“El arte de pintar es un arte de pensar”, dejó dicho el propio Magritte, él abogó por una pintura que exigiera una participación activa del espectador. El artista como un pionero del arte conceptual que emergerá en los años sesenta es en este caso nuestra referencia. Solo con alguna diferencia, Magritte estaba intrigado por la mirada del visitante parece que le completaba la obra o eso dicen. A Los docentes investigadores arte-educadores nos mueve entre otra cosas el conocer al otro, haciendo todo tipo de preguntas y en este anudándoles a dibujar sus pensamientos. Les preguntábamos qué te gusta ver....A veces los niños nos sorprender ensimismados contemplando las cosas más pequeñas en el patio por ejemplo. Es muy difícil indagar esto ya cuando te encuentras en ese estado es además de fugaz furtivo. Dejas de pensar o hacer lo que estabas haciendo para fijarte en las sombras de luz que se produce tras una ventana. Hay quien dice que estas como perdido del mundo, quizás sea lo contrario. Volver la espalda al mundo en ocasiones puede ser refrescante y sano si me apuras. No podemos estar atentos y concentrados todas las horas del día. Recuerdo mi infancia, siempre miraba por la ventana en lugar de atender a mi maestra. Solía ridiculizarme, se enfadaba mucho....ahora sé que mantener un nivel de exigencia continuo no es sencillo. ¿En qué momento nos construimos en nuestro interior? ¿Somos acaso náufragos cuando vemos las gotas de agua caer en una ventana? ¿Es acaso la contemplación del mundo un acto de contemplación hacia uno mismo? ¿Podemos los maestros ofrecer estos momentos que en la mayoría de las veces son tan sutiles y fugaces? ¿Porqué no?
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