Pues ya está, al final me he acabado Mala Farma de Ben Goldacre. Si os acordáis, hará cosa de unos de meses que en estas líneas hice la reseña de su otro libro, Mala Ciencia.
Ben Goldacre, autor de Mala Farma – Foto: Iona Hodgson
Como el título indica, este libro habla de las tropelías que la industria farmacéutica comete para poder vendernos sus productos. Como acostumbra el autor, es un libro escrito con una prosa ágil y cercana. El tema es más farragoso que el de su anterior trabajo, hay más base de estadística y eso hace su lectura a veces cueste un poco, sobre todo si no estas muy acostumbrado a la metodología. Pero está muy bien estructurado y sobre todo muy bien documentado. Es un libro que pedí en la biblioteca, pero que posiblemente compre, ya que es una buena obra de referencia que vale la pena tener a mano para poder consultar la bibliografía empleada.
Como iba explicando, el trabajo exhaustivo de Ben Goldacre nos lleva en un viaje aterrador a un mundo donde los datos de los ensayos clínicos se esconden, en el mejor de los casos, sino se falsean directamente. Es un terreno en el cual la investigación para nuevos fármacos más eficaces es translocada por un simple, ahora le agrego este nuevo radical a esta molécula que se que funciona y así me saco una nuevo compuesto que patentar por la cara. Después pasamos por un mundo donde los datos que los ensayos clínicos arrojan se leen al antojo del exponsor, donde los resultados obtenidos pueden ser los que él quiera o desee, y no los que se había puesto en la documentación previa. El autor después nos hace pasar por un paisaje más luminoso, dónde nos desglosa algunas propuestas para que esos ensayos que ahora se esconden, se falsean o se malinterpretan (solo os tenéis que pasar por este post y por este para ver algunos que hemos comentado en el blog) sean más fiables y arrojen la mejor información posible. Son propuestas que asombran por su sencillez. Pero el bueno de Ben nos ha dejado el peor de los destinos para el final de este recorrido: un país donde lo que manda es el marketing, y como sin darnos cuenta la publicidad acaba por cubrir todos los aspectos posibles, incluso aquellos que deberían sacrosantos. Al final, a modo de epílogo, nos vuelve a dar algunas pistas de como arreglar el entuerto, pero está claro que es necesaria la implicación de todos los afectados, desde la industria, a los pacientes, pasando por todos los engranajes, incluyendo a las agencias reguladoras.
No soy muy amigo de las teorías conspiranoicas, y me niego a pensar que muchos de los defectos estén hechos a conciencia. Simplemente creo que la industria farmacéutica peca a veces de demasiado industria, y le falta entender (no a todos sus miembros, pero si creo que a los que están en marketing y en business development) de que el paciente es lo importante. Así que creo que hay esperanza, que lo primero para poder arreglar un problema es poder reconocerlo y poder empezar de nuevo.
En definitiva, un buen libro, en el que además de poner el dedo en la llaga, se proponen soluciones sencillas para que en definitiva todos estemos mejor informados y por lo tanto, tomemos mejor las decisiones que incumben a un tema tan delicado como es la gestión de la salud.
Ficha técnica:
Autor: Ben Goldacre
Edita: Espasa Libros (Paidos)
Colección: Contextos
Encuadernación: Tapa blanda
Número de páginas: 384
ISBN: 978-8449328435