“La red la carga el diablo” van a terminar diciendo muchos políticos que han entrado en ella. La nueva regidora del distrito donde hasta hace unos meses yo era conseller de distrito, Francina Vila (CiU), tiene twitter. Algo loable si se utiliza como herramienta para expresar tus propias opinones fuera de la lógica de disciplina pura y dura e interactuar con los ciudadanos.
Ahora bien, como toda herramienta uno puede utilizarse para darse un martillazo en la mano o tirar abajo por error la pared del vecino. En este caso, Francina Vila ha expresado un juicio de valor bastante peyoritario sobre un regidor de la oposición (el pobre Ricard Gomà, al cuál también podría haber citado en el twitter para poder ejercer su derecho a réplica, era fácil, solo escribir @ricardgoma ).
No es que me moleste el tono directo y sin tapujos, soy fan de los políticos que se expresan sin tantos circunloquios y de forma directa. No es que se utilicen términos peyorativos, hay maestros en utilizarlos que saben encajarlos como toca.
Lo que me molesta es que un político con responsabilidades de gobierno tilde el discurso del portavoz de la oposición mediante un juicio de valor de este calibre. Puedo entender que los plenarios y comisiones son aburridos, que a veces uno ha de escuchar discursos de los rivales políticos que nos parecen lugares comunes, incorrecciones o falsedades. Lo entiendo a nivel humano, pero hay que ser algo prudente. Yo no expreso en mi blog, ni por escrito ni en una comunicación formal con terceros algo que expresaría en una conversación de bar con gente de mi confianza. Si realizo una crítica en el cargo de mi responsabilidad intento evitar que sea un ad personam, o un puro juicio de valor.
Seguramente el discurso de Ricard Gomà expresa ciertas sensibilidades sociales y políticas de numerosos ciudadanos (ICV es un partido minoritario pero no marginal), y el tema del PIRMI mueve suficiente sensibilidades para que cualquier responsable político vaya con pies de plomo.
Por ello, a la nueva regidora del distrito de Horta-Guinardó, Francina Vila le pediría algo más de prudencia. Hoy es con Ricard Gomà, mañana será con un conseller de distrito de la oposición y pasado con un vecino.
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