Director: Manuel Martín Cuenca
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Intérpretes Principales: Nathalie Poza, Eman Xor Oña, Javier Cámara, Leonor Watling. Pere Arquillué, Yolanda Serrano, Gonzalo Pedrosa.
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Argumento: Varios personajes se encuentran en un, al menos, aparente callejón sin salida.
Son personas normales, con problemas de difícil pero no imposible solución.
Una madre que trabaja en una ONG y no logra comunicarse con su hijo de catorce años, que se ha encerrado en su cuarto, un hombre que ha salido de la cárcel tras seis años en prisión y no logra quitarse de la cabeza una relación que le impide ser feliz, un exiliado cubano que vive del contrabando....
Todos ello/as intentarán solventar sus vidas como buenamente puedan.
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Mi opinión: Interesante segunda película de Manuel Martín Cuenca, tras su curioso y muy inteligente debut "La flaqueza del bolchevique", estrenada sin mucho éxito en el Festival de cine de Donostia.Lo cierto es que está bastante bien realizada, con una brillante puesta en escena, con excelente fotografía, buena música y excelentes intérpretes.Sin embargo, y a pesar de que los sentimientos están expuestos a flor de piel, con claridad meridiana y hay algunas buenas escenas, no logra finalmente emocionar.Quizá es lo que pretendía el director, ser sobrio y conciso, no caer en el sentimentalismo. Pero la verdad es que todo está expuesto con, para mi gusto, excesiva pulcritud, pasando los minutos en su primer tercio, sin verdadera fuerza argumental. Claro que es porque en esos momentos nos está exponiendo, mostrando en pantalla los diferentes personajes. Cómo son, de dónde vienen, qué pretender, qué les ahoga en sus cotidianas vidas... pero no existe pasión alguna, todo es, no frío, pero sí un tanto distante.Poco a poco todo va cohexionándose y la historia comienza a gustar más, aunque creo que por la estimable labor de los intérpretes, entre los que destaca una Nathalie Poza magnífica, y un Javier Cámara, que una vez más sorprende en un rol muy alejado a lo que nos tiene acostumbrado. Con una mirada, con apensas gestos, nos muestra la dureza de la vida que acaba de pasar, resultando incluso en un primer momento, amenazante.En definitiva, "Malas temporadas" es una buena película en el plano técnico pero quizás algo insuficiente en el plano emocional, donde se queda algo corta para mi gusto.