Maldito perro

Publicado el 27 abril 2019 por Carlosgu82

Un carnicero estaba apunto de cerrar su negocio cuando vio entrar a un perro. Trato de espantarlo, pero el perro volvió. Nuevamente intento espantarlo, pero entonces se dio cuenta que el animal tenia un sobre en el hocico.

Curioso el carnicero abrió el sobre y en su interior encontró un billete de 50 y una nota que decía: «Por favor man deme con el perro 1 kg de carne picada de ternera y 2 kg de pulpa».

Asombrado, el carnicero tomo el dinero, coloco la carne picada y la pulpa en una bolsa y la puso junto al perro, pero olvido darle el cambio al perro; el perro empezó a gruñir y a mostrarle los colmillos, al darse cuenta de su olvido, el carnicero puso el cambio del billete en la bolsa; el perro se calmo, tomo la bolsa con el hocico y salio de la carnicería.

El carnicero impresionado decidió seguirlo y cerro a toda prisa su negocio. El animal bajo por la acera y aguardo para poder cruzar, luego atravesó la calle y camino hasta una parada de autobús, con el carnicero siguiéndole de cerca. En la parada, cuando vio que era el bus correcto, subió seguido por el carnicero.

Varias cuadras después, el carnicero, boquiabierto, observo que el perro erguido sobre las patas traseras tocaba el timbre para decender, siempre con la bolsa en el hocico.

El perro y el carnicero bajaron y caminaron por la calle hasta que el animal se detuvo en una casa, donde puso la bolsa junto a la puerta y retirándose un poco se lanzo contra ella golpeándola fuerte, repitió la acción varias veces, pero nadie respondió en la casa.

Para el colmo de su asombro, el carnicero vio tomar al perro la bolsa con el hocico, rodear la casa, saltar una cerca y dirigirse a una ventana. Una vez allí, toco  con las patas en el vidrio varias veces, sin soltar la bolsa; luego regreso a la puerta.

En ese momento, un hombre abrió la puerta y comenzó a golpear horriblemente al perro, el carnicero corrió hasta el hombre para impedirlo diciéndole: » Por dios, hombre, ¿que esta haciendo? ¡su perro es un genio!¡es único!

El hombre bastante molesto, respondió: «¡que genio ni que nada! es la segunda vez en la semana que este maldito perro se olvida las llaves y yo en el baño.