Malos tiempos para la pública

Publicado el 09 julio 2014 por Manuelsegura @manuelsegura

Me parece increíble que este año vaya a cumplir tres décadas en mi empresa. Y lo digo, sobre todo, por las vicisitudes que ha atravesado la misma en todo este tiempo. Sin embargo, siempre creí que la mía era una especie de institución que casi todo lo soportaba y que de casi todo salía indemne. Porque por salir, hasta salió de un hachazo asestado a una parte valiosa y considerable de su plantilla que, más o menos, tenía la edad que yo ya voy teniendo, cuando le enseñaron la puerta de salida.

Trabajar todos estos años en un medio de comunicación público me ha curtido en esta sociedad y me ha convertido en alguien mucho más tolerante. Me ha enseñado a defender la independencia y la libertad de expresión por encima de quienes parecen haber renunciado a ellas con un solo objetivo: el de escalar. Y también, claro, a distinguir entre los que son buenos profesionales, esos que siempre tiran del carro, y los que apenas lo hacen cuando les conviene por interés, algo que suele estar relacionado estrechamente con su bolsillo.

Ahora, cuando no soplan demasiados buenos vientos para la radio y televisión pública de este país, recuerdo todo lo que se ha ido quedando atrás. El esfuerzo, el compromiso, la ilusión, la profesionalidad, en una palabra, lo que nos quisieron transmitir aquellos veteranos de los que tanto aprendimos y que hoy, posiblemente, se sentirán tan apenados como nosotros ante el declive progresivo de unas siglas a las que dedicaron los mejores años de su vida.

Desconozco lo que nos deparará el futuro a cuantos hacemos día a día RTVE. Confío en que predomine la sensatez y la cordura para tomar un camino que resultará decisivo para lo que mañana queramos que sea la primera empresa de comunicación española. A cuantos ya vamos siendo los añejos del lugar, nos quedará reafirmarnos en el trabajo bien hecho. Y, a ser posible, con las mismas ganas que lo hicimos hace treinta años, cuando accedimos por oposición y con todo aún por demostrar a una casa a la que tanto querremos y a la que tanto deberemos mientras vivamos y nos dejen.

['La Verdad' de Murcia. 9-7-2014]