La Paz no es hacer la guerra.
La memoria de los pueblos no puede ser corta y la realidad no debe ser deformada, porque no debe ser una premisa histórica como dicen por ahí que la historia la escriben los que ganan.
Los acontecimientos históricos deben ser ejemplos de contextos que no corresponden ser repetidos, estos no deben servir jamás para el combate político o económico, etc.
La guerra no debe ser usada como modelo a seguir.
Si un pequeño país como Inglaterra llegó a controlar las vidas y propiedades de más de cuatrocientos millones de personas en época del imperialismo o sea controlo las dos terceras partes del planeta y ejercía su poder de policía, eso no sólo se debía a la fuerza de la religión o de las bayonetas, sino, por encima de todo a la potencia de las ideologias que junto con un sistema económico llamado capitalismo, hizo lo posible por arrasar continentes desde recursos hasta personas.
Las motivaciones de este reino fueron financieras, políticas, sociales y militares, tal como lo fue el único imperio de la historia, el romano.
Este poder destrozó, invadió y arrasó culturas y lo más trágico cobro vidas humanas. Guerra de los Bóxer, Boers, Segunda Guerra Anglo-Afgana, Sudán, Guerra de Crimea Anglo Egipcia, etc. Todas tenían un denominador: superioridad científica-técnica en nombre del deseo de seguridad para seguir acumulando poder político-económico junto con un deseo de extender la creencia en la superioridad del hombre blanco y en su obligación de civilizar a las otras civilizaciones no europeas, fueron condimentos no aptos para países que querían auto determinarse y que ya eran independientes. La ideología se llamaba positivismo.
Entre los años de 1850 y 1900, América Latina y el Caribe se habían convertido en un escenario rico y diverso para las pugnas entre los imperios europeos (inglés, francés). Se trataba de enfrentamientos que iban más allá de la posible ocupación militar como he sostenido anteriormente.
Malvinas era un territorio apetecible para estos imperios ya que a través de la ideología de la ciencia de la geopolítica este territorio se convertía en un blanco fácil de dominio primero y luego de control imperial. Por eso fue invadida en 1833. Más tarde empezó un reclamo que lleva más de un siglo y medio. En medio de todo eso estuvo la guerra de Malvinas.
El territorio argentino siempre fue un escenario apetitoso para la dominación extranjera, primero española por que nos “habían descubierto” luego portugués porque querían arrebatarle los territorios a España. En los inicios y mediados del siglo XIX Inglaterra y Francia por su voraz sed de riquezas.
En 1833 las Islas Malvinas, siendo parte del territorio de la República Argentina, gobernadas por autoridades argentinas y habitadas por pobladores argentinos, fueron usurpadas. Sus autoridades y pobladores fueron desalojados por fuerzas británicas, no permitiéndose su permanencia ni retorno al territorio. Por el contrario, fueron suplantados.
La Constitución Nacional Argentina dispone que “la recuperación del ejercicio pleno de la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, respetando el modo de vida de sus habitantes, y conforme a los principios del derecho internacional, constituya un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”.
La dictadura militar en Argentina en 1976 no solo trajo la invalidación del ser humano como tal, sino trajo la locura por quedarse en el poder a toda costa, en esa esquizofrenia de poder y locura nunca se miden las causas ni los efectos. Uno de esos desatinos fue la Guerra de Malvinas.
La guerra de Malvinas es la llaga que sigue supurando, el dolor de lo que ya no están y de los que están pensar como están. Malvinas es una causa nacional para Argentina desde siempre no es la causa de un gobierno. Me pregunto ¿será una causa para América Latina?
No es fácil demostrar a todos lo que significa Malvinas si no se estuvo allí, no es fácil llegar a la sociedad, no es fácil que se comprometan en la causa, no es fácil que tomen conciencia y por sobretodo cómo hacer para manifestar y mostrar que aquello fue y es una gesta irracional con héroes que eran aun adolescentes.
Malvinas no baja del plano de lo simbólico. Es un símbolo de “Patria”, Y cuando se habla de la Guerra de Malvinas y se mezcla todo. De Patria, porque así está en los contenidos en las escuelas; de solo un amera derrota, porque todavía en algunos libros de historia así figura por las mentiras en querer argumentar la guerra. La guerra nunca es un fin para la paz.
Se encuentra muy difundida la idea de que en el siglo XIX América Latina era parte del imperio informal de Gran Bretaña. Este concepto supone la existencia de una relación de poder asimétrica en la cual la parte más fuerte posee algún grado de control político efectivo sobre la parte más débil.
El 2 de abril es un día de evocación y reflexión, muchas cosas nos unen a Malvinas: el derecho, la geografía, la historia, el pasado… No es un capricho argentino reclamar la soberanía sobre ellas.
Es una historia de usurpación, de arrebato, de tristezas por los que murieron y pelearon allí pero, es sobre todo, una herida abierta en el corazón de muchos argentinos, porque muchos murieron por defender ese suelo tan extraño y querido a la vez, murieron para que flameara nuevamente allí nuestra bandera.
Resulta conmovedor cuando un ex combatiente revela su identidad a un desconocido con esa mezcla de dolor, de orgullo y al mismo tiempo de vergüenzas ocultas por que aveces no los resptamos en sus reclamos. Ellos sienten ese rechazo ambivalente –te entiendo, pero… de una sociedad que todavía no quiere hablar de la guerra en serio. En ese cruce se juega todo el conflicto. Se supone que para valorar el sacrificio de los veteranos debemos tenerle lástima.
El veterano queda prisionero entre esa exaltación y ese rechazo, como si la guerra en la que participó no hubiera involucrado a toda la sociedad, como si ellos no hubieran sido el punto más vulnerable de un país sumergido en la tragedia y el desconcierto, recordemos que estábamos viviendo la última dictadura militar. Por eso hoy no dejemos de recordar que esta guerra trajo la muerte de 649 argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños. Solo eran chicos entre 18 y 26 años.
Por último, veteranos de Guerra de Malvinas, ustedes tienen:
HONOR: por haber cumplido con la promesa empeñada,
VALOR: en la gesta para continuar con la validación de sus derechos,
SENTIDO DEL DEBER: por no haber defraudado a la Patria,
SACRIFICIO: el realizado por todos pese a la adversidad,
DIGNIDAD: El respeto personal que ustedes se han ganado,
Bibliografía.
TOWNSON, DUNCAN (2004): Breve Historia de Inglaterra. Alianza Editorial.
WOODWARD, E.L (1988): Historia de Inglaterra. Editorial Alianza. Madrid.
Guerra de las Falklands (Malvinas) 1982. Guerra del Golfo 1991. Pacificación de Yugoslavia de 1991 a 1999. Sierra Leona 2000. Afganistan de 2001 al presente. Costa de Marfil 2004. Invasión de Irak de 2003 a 2009
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