Esta era la frase con la que una chiquilla sentenciaba su opinión acerca de "nuestra" cabalgata de Reyes Magos. Efectivamente, la niña, como todos los que la vimos, se dio cuenta de que era la cabalgata más triste, menos concurrida, menos ilusionante, con menos caramelos, menos música y ningún regalo de todas las que tenemos memoria.
Cualquiera podría pensar que es acorde con los tiempos de austeridad que corren, ya que las administraciones públicas están reduciendo sus gastos. Razonamiento razonable, pero en nuestro caso, NO ES ASÍ. En el año largo que llevamos sufriendo a estos del Ayuntamiento hemos visto cómo malgastaban dinero en caprichos personales de algunos de los miembros del Equipo de Gobierno. Baste, como botón de muestra, el duatlón (ilegal y denunciado), el Alcaparock (para poco más de una docena de personas foráneas), los fuegos artificiales de la feria (doblemente malos y pobres, al final más caros que uno bueno y en su momento), la feria de muestras desproporcionada con mucho continente y poco contenido, las Comisiones de Gobierno que nos cuestan 1.800 € cada una (dos al mes) y en las que no se aprueba nada útil para Marmolejo, la destrucción de lo ya construido, y un largo y triste etcétera.
Como prueba del derroche intencionado en algunos de estos despropósitos, adjuntamos la factura del Alcaparrock, que haciendo unas cuentas rápidas, saldría a más de 400 € invertidos por persona asistente.
Casi 3000 para poco más de 12 personas foráneas.
Tanto derroche para satisfacer gustos un tanto particulares, y tanta austeridad y desinterés para el disfrute de los miles de marmolejeños y personas de la comarca que año tras año se daban cita en nuestro pueblo de la mano de sus pequeños para brindarles una noche de sonrisas e ilusión. Noche que culminaba a la llegada a casa con el encuentro de los regalos que les habían dejado de manera "mágica" esos mismos que hacía un rato habían visto por las calles de su pueblo. En eso también Marmolejo era un referente que trascendía nuestras fronteras.
Se nota que lo han hecho porque no hay más cojones que hacerlo. Con un desinterés, una desgana y una falta de estilo que raya lo delictivo, porque no hay más delito que intentar matar la ilusión, máxime cuando se trata de la de los más pequeños.
Atrás quedaron las cabalgatas con más de 20 carrozas, con cientos de vecinos y vecinas subidos en ellas tirando cientos y cientos de kilos de caramelos, cofettis, juguetes, balones, con música y algarabía, y sobre todo, las cabalgatas en las que todo el pueblo participaba y de la cual se sentían orgullosos.
Por otro lado, había cientos de marmolejeños apuntados que no perdían la ilusión de salir en el sorteo de los Reyes Magos, con igualdad de oportunidades sin distinción política. Hasta con esto han acabado y ponen los Reyes, como todo, POR COJONES. Como hicieron con otra gran fiesta, que es la feria.
No me extraña que a esta niña no le gusten "estos Reyes", porque aunque no tenga memoria, hay algo que un niño no consiente, y es que se le intente dar gato por liebre.
Ya sólo quedan dos desilusionantes cabalgatas más