"Mamá, no te escondas"

Por José Mª Ruiz Garrido @laparejadegolpe

Hace bien poco, algunos papás -y mamás- blogueros lanzamos a las redes la campaña #PapáNoTeEscondas, una iniciativa para dar visibilidad y voz a padres comprometidos con la crianza de sus hijos, padres activos y emotivos, para que no tuvieran que esconderse, para que salieran del armario. Para el día de hoy, Día de la Madre, Misión: Mamá Ninja nos propuso a , Un papá como Vader, Joaquín Montaner y La parejita de golpe promover este #MamáNoTeEscondas, para apoyar la lactancia materna y su visibilidad. Y a decir verdad, no encuentro una causa mejor. Lo que me parece increíble es que, a estas alturas de la película, aún haya necesidad de alzar las voces por causas tan obvias y de sentido común como ésta.

Creo que en los tiempos que vivimos ya nadie en su sano juicio puede dudar que las bondades de la lactancia materna, y no voy a recurrir a mencionar las recomendaciones de la OMS y demás organismos. Hay campañas, hay información, hay apoyo. Pienso que realmente la -mala- imagen es un problema de -falta de- respeto, y de -falta de- empatía, y sobre todo, de prejuicios y mentes sucias.

Un niño o niña no tiene porque comer escondido en una sala de lactancia -en el mejor de los casos- o en un rincón, en un coche, o en unos aseos públicos, simplemente porque haya gente que vea el hecho de alimentarlo como algo obsceno. Una madre no debería sentirse agredida, criticada, observada, o señalada por darle el pecho a su hijo, por alimentarlo. Los que tendrían que esconderse y no salir de nuevo jamás son precisamente los que ven con ojos y mentes sucias un hecho tan natural y hermoso como el alimentar a un bebé. ¿Quién puede molestarse e incluso ofenderse por algo así? Y si lo hace, tiene un problema. Pero es su problema.

Repito: es una cuestión de sentido común, y sobre todo, de respeto. La decisión corresponde únicamente a la madre, y es tan respetable decidirse por dar el pecho como el dar biberones, o recurrir a la lactancia mixta. O decantarse por la lactancia prolongada. Todo el mundo tiene derecho a tener una opinión, pero siempre manteniendo el respeto a los demás y sus decisiones. Y todo el mundo tiene derecho a ejercer su libertad sin tener que esconderse por los prejuicios sucios y trasnochados de otros.

Así que Mamá, no te escondas.