¡Mamá, quiero ser político!

Publicado el 02 octubre 2013 por Franky
¡Mamá, quiero ser político!, de los periodistas Sandra Mir y Gabriel Cruz, es un libro que, por su título, parece una obra de humor, pero en realidad es un drama, un espejo siniestro donde queda reflejada la clase política española, una de las menos preparadas del mundo, corrupta, mentirosa, arrogante y con un enorme déficit ético y democrático. El libre revela un rosario de datos espeluznantes: desde familias de políticos que llevan 130 años en el poder hasta políticos que logran enchufar en cargos públicos a casi todos sus familiares y amigos, sin olvidar a energúmenos que ocupan escaños en las cámaras que falsean sus biografías, ocultan que carecen de títulos académicos y que no se les conoce trabajo alguno y ni siquiera hacen preguntas parlamentarias durante años.

Es un libro de obligada lectura para los demócratas y la gente decente que esté hastiada de padecer injusticias, mal gobierno y corrupción. Es un libro cuya lectura lleva, inevitablemente, a la rebeldía ante la indignación que genera sentirse mandados por gente sin altura, sin grandeza y sin valores, hombres y mujeres que valen menos que el portero de nuestra vivienda o el carnicero del mercado y que, sólo por pertenecer a un partido político y ser amigo de un dirigente, administra millones de euros y ejerce un poder que le viene grande y no sabe gestionar.

Leer el libro equivale a votar en blanco, a depositar en las urnas papeletas con la leyenda "No mas delincuentes y chorizos en el poder" o abstenerse como respuesta lógica a la podredumbre reinante en la política española.

Los autores dicen con ironía a las madres españolas: si su hijo le dice que quiere ser político, sáquele inmediatamente un carné de partido. Ese consejo, sarcástico, resume la tragedia inmensa que para los españoles representa ser gobernados por una clase política que probablemente es la peor preparada y menos democrática de Europa y una de las mas corruptas y fracasadas del mundo.

El libro documenta cómo jóvenes sin apenas formación, como las ex ministras de Zapatero Bibiana Aído y Leire Pajín, llegan a organismos internacionales representando a España, cómo se votan leyes que se desconocen. cómo se falsifican expedientes académicos o cómo se inventan historias, como la del ministro de sanidad socialista Bernat Soria, quien dijo que se había “autoexilado” en Singapur a causa de su investigación con células madre, cuando en verdad solo colaboró con un laboratorio de esa ciudad, durante dos semanas, durante unas vacaciones familiares.

Gracias al libro conocemos que en España hay 3.000 empresas públicas, casi todas innecesarias, que dan empleo a 117.000 personas, en su mayoría enchufadas con carné de partido. Esta estructura superflua acumula una deuda de 55.000 millones de euros. También conocemos cómo el presidente Rajoy ha colocado a un amigo en su plaza de registrador para que le guarde el puesto, o cómo se saquearon impunemente las cajas de ahorro, donde sus directivos se autopremiaron con mas de 130 millones de euros después de arruinar esas entidades.

En fin, todo un canto a la vulgaridad, la ineptitud y el abuso de poder de una casta política española que no sólo no merece gobernar un pueblo de ciudadanos libres en Europa, sino que ni siquiera tiene mérito para presidir una comunidad de vecinos en un bloque de VPO.