Manadas y jaurías

Publicado el 22 noviembre 2017 por Icastico

Hay machos y muchos. Se juntan en hatajos para ‘violaciones consentidas’. Debe ser un eslogan. La manada, por ejemplo, presume en wasap de sus ‘conquistas’: “Follándonos a una entre los 5. Puta pasada de viaje”. Se pavonea en su grupo, ante sus hooligans cómplices y silenciosos. Con nocturnidad, alevosía y testosterona a granel. Para pasar un buen ratico en los San Fermines, oye, que no todo van a ser encierros y toros. Ojalá les caigan los 22 años de cárcel que pide la fiscalía y puedan seguir presumiendo con más calma, no en medio de tanto alboroto del escroto.

Hay machos y muchos. Se juntan en hatajos para ejercer su autoridad. Como esa jauría de ‘agentes del orden’ agazapada en la policía de Madrid. Amenazan a su propia jefa y alcaldesa. “Ojalá tenga una muerte lenta y agónica”, “Que se muera la zorra vieja ya”, “Hija de la grandisima puta roja de mierda mal parida”. “Estamos donde debemos. En la calle. Matar es nuestro lema”. Y otras lindezas al estilo nazi. También ponen a wasap por testigo, para añadir más dosis de cortedad y demostrar, de paso, que sus escasas neuronas están impregnadas de parecidas sustancias que las jaurías sanfermineras. Uy, si hubiera un Franco que les dejara. ¡Cuanto sicópata a sueldo público!, no sé qué es lo que da más miedo. Iba a decir que subsistir es una machada, pero queda fatal.