La historia nos traslada al poblado de Naime, un escenario montañoso popular entre turistas amantes de esos paisajes y, a la vez, aficionados a lugares ricos en mitos y leyendas. Nos encontramos en la víspera de la noche de Halloween y, partir de un lugar y fecha en común, se nos presentan varios personajes de forma independiente. Una pareja que viaja a conocer a unas amistades cibernéticas. Un agente de policía obligado a trabajar esa noche en un lúgubre ayuntamiento en obras. Y una pandilla de adolescentes que busca emociones fuertes en una gran mansión supuestamente encantada. Dichas historias contadas de forma paralela conformarán un entramado de situaciones entrelazadas que nos someterán a cuestionarnos qué es real, las intenciones de los personajes y de cómo han llegado a ésa situación.
Hoy empezamos con una reseña de lo más terrorífica. Tras al ofrecimiento de su autor no me pude negar ante una novela de este tipo. Me encanta el terror, la sangre, el miedo en general y en esta semana tan terrorífica no he tenido mejor acompañante que Mañana es Halloween (sí, hoy he puesto a propósito la reseña, jaja)
En la primera historia nos encontramos con Miriam y Jorge, una pareja que viaja a un pueblecito remoto a visitar a una amiga virtual de ella, Sandra. Les ha invitado a su casa para pasar el puente de Todos los Santos. En la segunda, nos encontramos con Isaac, un policía obsesionado con encontrar a Sonia, una adolescente que ha desaparecido. Y en la tercera, nos encontramos al hijo de Isaac, Víctor que junto a su pandilla de amigos decide aventurarse en el día de Halloween a visitar la casa deshabitada más famosa del pueblo; aquella en la que recae miles de leyendas.
En resumen, un libro de terror donde una serie de historias de distintos personajes se van a entrelazar. Cuando parece que puede ir hacia un lado la historia, el autor cambia radicalmente y toma un giro inesperado. Sangre, muertes, fantasmas, leyendas, sustos y mucho más vamos a encontrar en Mañana es Halloween. Un corto hecho libro. Sin muchas florituras tenemos una novela que engancha y que te deja con un gran sabor de boca.
Gracias a Israel Moreno por el ejemplar