Mañana, siempre mañana

Publicado el 15 julio 2014 por Jamedina @medinaloera

En una de sus novelas (“El Jugador”), el notable escritor ruso Fedor Dostoievski habla de un apostador tan adicto a la ruleta que no sólo acostumbraba apostar todo el dinero que podía reunir, sino que con frecuencia se mostraba dispuesto a jugarse hasta su propia vida.

En cierta ocasión, este jugador, luego de perderlo todo en el casino, descubrió que le quedaba en el bolsillo una moneda apenas suficiente para comer ese día, ¿y sabe usted lo que hizo?, regresó a la ruleta para probar una vez más su suerte, y por fortuna ganó.

Él estaba consciente de que para cambiar su destino, bastaba con mantenerse firme una sola vez en la vida, pero esta firmeza de carácter que tanto reconocía, la aplicaba no para retirarse del juego, sino para seguir entregado al mismo, como si esto fuera un sacrificio.

Recordando aquel momento en que decidió apostar su última moneda en vez de buscar algo para comer, reflexionaba: ¿Qué hubiera sido de mí si me hubiera acobardado entonces, si no me hubiera atrevido a tomar una decisión?

Como todos los jugadores, éste a veces ganaba, aunque casi siempre perdía. Sin embargo, no faltaba algún amigo que le sacara de apuros, prestándole o dándole dinero, no para jugar, sino para que pudiera satisfacer sus necesidades más elementales. Pero él seguía apostando, y luego, cansado de este círculo vicioso, decía: ¡Mañana, mañana acabará todo!

Igual que este empedernido apostador, el común de los mortales que tenemos alguna adicción perjudicial, ya sea el juego, el alcohol, el tabaco, la droga, etcétera, siempre confiamos en el mañana para resolver nuestro problema. Rara vez decimos “hoy mismo lo intentaré”, como lo hacen en Alcohólicos Anónimos, sino mañana, siempre mañana.

Pero no solamente en lo individual, sino también en el ámbito social se repite infinidad de veces esta sentencia. Como gobierno y como sociedad no decimos “hoy empezaremos a resolver a fondo los problemas de corrupción, inseguridad, educación, desempleo, justicia y medio ambiente que tanto nos agobian”, sino mañana, siempre mañana, y ese mañana nunca se llega.

Hay firmeza, ciertamente, pero para hacer las cosas que nos dañan.

Artículo publicado por el diario La Crónica de Hoy Jalisco en su edición del viernes 11 de julio de 2014.