Mañana sábado, izquierda Unida inicia un proceso de refundación de la izquierda, tal y como mandató la IX Asamblea. Esta Asamblea de Refundación, la primera, aspira a ser un modesto paso en la convergencia necesaria de la izquierda real, esa que mantiene su rebeldía ante el capitalismo neoliberal, que en nombre de los mercados amenaza el estado del bienestar de los ciudadanos de este país y de Europa y que amenaza, mirando más allá de nuestras locales fronteras, el propio futuro de la humanidad.
Yo asistí al nacimiento de Izquierda Unida. Estuve en aquél proceso. Creo que he vivido lo suficiente en esta organización como para no recordar que después de las pasadas elecciones generales, independientemente de lo que nos quita una injusta Ley Electoral, nos situamos al borde del abismo. Un abismo que vimos muy de cerca y que supuso un proceso de autocrítica y la llamada a la refundación de la izquierda como única vía de salida a esa situación.
No todo se ha hecho bien en todo este proceso. Es normal y constructivo que existan críticas hacia la organización de la propia asamblea de refundación, al enroque de determinadas direcciones que no acaban de entender que no son crecimientos en décimas de puntos electorales lo que necesitamos en estos momentos, sino que cada persona situada en La Izquierda tenga un espacio en esta organización, sea capaz de aportar al proyecto y trabajar de la mejor forma que sepa por construir una alternativa política al pensamiento único imperante. Una organización abierta a trabajar con otros movimientos, colectivos, partidos políticos, organizaciones sindicales, sociales, culturales, ecologistas, feministas que quieran sumar a la construcción de un mundo mejor, más justo.
Pero es tiempo de generosidad y no de enroques propios de ajedrecistas sin futuro que cuentan su tiempo político como si estuviera agotado. No es tiempo de iulogías ni estrategias de reparto. Es tiempo de que La Política con mayúsculas se abra paso en esta organización. Y si no es en esta Asamblea, yo espero encontrar a mucha de esa gente que hoy ve este proceso con desconfianza, a mi lado, en un mañana, luchando por una alternativa anticapitalista.
Por eso mañana yo estaré allí.
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