Manchester, toda celeste

Publicado el 01 mayo 2012 por Marianofusco

Y lo alcanzó nomás. Mano a mano hemos quedado, dirá la mitad de Manchester con  tono arrabalero. Una victoria trabajada, ardua, no tanto por lo que propuso el rival, un gélido United, sin ese fuego sagrado que supo sacar en otras batallas, un planteo timorato, amarrete,  triste, hoy se esperaba otra cosa de los Diablos Rojos, un papel acorde a su historia. El City fue, sin las luces que emanan sus propias individualidades pero comprendiendo la importancia del partido, que era una final, una bisagra en la temporada, ni más ni menos. 90 minutos que te fortalecen o te tiran al fondo del río. Blanco o negro. Ese cabezazo del belga Vincent Kompany, ante un De Gea que no sale y no sale, será la imagen que recorrerá el mundo. 1 a 0. La apuesta salió positiva para los Ciudadanos. 83 puntos, dos finales por delante y una considerable distancia en goles a favor del equipo de Mancini (+61 frente a +53).

El devenir del encuentro no tuvo sobresaltos, reñido, cortado, con la iniciativa para el local, en los pies de Silva, Nasri, el enorme Touré, cada partido más crack, con un despliegue formidable, y las incursiones de Pablo Zabaleta. Un párrafo aparte la tarea correctísima del ex San Lorenzo y Espanyol, sólido en la marca y con fundamento cada vez que pisa el área. Porque llegar, pueden llegar todos, ahora accionar eficientemente el traslado de la pelota en esas instancias finales no es sencillo, ni mucho menos. El axioma es simple: hay funcionamiento, hay rendimiento. Arriba desconectados Sergio Agüero (">Maradona mirándolo desde la platea) y Carlos Tevez frente a una defensa abroquelada que nunca deshizo Ferguson, aún con el marcador en contra. ¿Las causas? Se desconocen hasta el momento. Ni un atisbo de rebeldía tuvo el United, Rooney encaprichado con el árbitro, Giggs y Scholes ausentes -¿por qué tan tarde ingresaron Valencia y Young?- y una frialdad inusitada para un plantel que sabe y mucho de este clase de finales.

Por su parte, Mancini tampoco ayudó. Sacó a Tevez y Silva para poner a De Jong y Richards, e hizo sufrir, en pos de equilibrar las estructuras, a su propio equipo frente a un rival que, perdido por perdido, tiró de punta para arriba para ver si algún regalito quedaba cerca del área de Hart. No pudo ser. Roberto, digno artista en su época, de una calidad inagotable en su pensamiento como jugador, ahora del otro lado desoyendo su pasado, recurre a la acumulación de factores destructores para forjar seguridad en el arco propio. Discutible, ¿no?

Llegó el partido del año en Inglaterra. Fue para el City, que ahora le tocará en sus dos últimos compromisos enfrentarse como visitante al Newcastle y de local al Queens Park Rangers. El United tendrá cita en Old Trafford con el Swansea y cerrará la Premier frente al Sunderland. Iguales, señores, con una ventaja, mínima para el City. ¿El pronóstico? Reservado.