Manejo adecuado de la presión

Publicado el 22 julio 2019 por Orlando Orlando Olguín Olvera @OrlandoOlguinO

Hace mucho tiempo cuando recién comenzaba a trabajar y aún estudiaba, comencé a hacer mis pininos en el desarrollo de software con un sistema hecho en Visual Basic por mi cuenta para una empresa externa a mi trabajo de planta. Sin embargo, en algún momento, sentí que se me vino el tiempo encima y no supe cómo reaccionar...

...entonces, me vino una especie de crisis nerviosa que le da a mucha gente cuando está sujeta a cargas fuertes de trabajo y presión o que de plano, no saben manejar la presión y se terminan por venir abajo. En mi caso, esa presión de que se me acabara el tiempo previsto, permitió que cayera en ese hoyo del cual, al menos por esa tarde no pude salir.

Llegó a tal punto la tensión, que al programar uno de los módulos del sistema, ya no me acordaba siquiera cómo se declaraba una variable, es decir, algo bien básico en el desarrollo de software. Era un domingo por la tarde y yo estaba trabajando porque al otro día era la fecha de entrega; mi mamá fue a ver cómo iba.

Ella seguramente notó algo raro, porque me preguntó:

- ¿Qué tienes?

y yo le respondí:

- No sé Osa, pero no me siento bien, me siento tembloroso y no puedo pensar, no puedo recordar cómo se hace algo bien básico en la computadora.

Su experiencia le hizo ver que yo tenía algo de presión y aunque mi mamá había terminado sólo su enseñanza secundaria con gran sabiduría me sugirió que debía llamar a mi cliente para comentarle que moviera la fecha al menos un par de días y mientras hiciera esto, me prepararía un té.

Como era un novato, yo no pensé siquiera en mover la fecha, tenía muy plantado que tenía qué entregar todo para la fecha en que me había comprometido y fue así como se me juntaron las cosas. De cualquier forma, no tenía mucho qué perder así que seguí su sabio consejo.

Llamé y le expliqué al responsable del proyecto que no iba a terminar a tiempo y le ofrecí una alternativa; afortunadamente, hubo apertura por su parte y comprendió que algunas cosas se me habían dificultado y no podría entregar las cosas en el plazo acordado. Quedé formalmente de llevarle todo para el siguiente miércoles.

Mi mamá me llevó el té al cuarto y me dijo que ya no hiciera nada, que pusiera algo de música y me recostara y si podía, me durmiera. No me dormí de inmediato, pero ya no estuve pensando en el problema del sistema, porque ya tenía un poco de "aire fresco" al haber movido la fecha. Después de terminar mi té que por lo caliente me cayó de maravilla en el estómago, poco a poco me fui quedando dormido.

Al otro día, me desperté como nuevo, ese "reinicio" que le apliqué a mi cerebro al dejarlo descansar por unas horas, me hizo levantarme en un ánimo mucho mejor que con el que me acosté. Cuando iba camino a mi trabajo de planta, iba yo pensando y di con la solución completa del módulo que tenía qué entregar. Por la tarde, ya de regreso en la casa, me senté y en unas tres horas ya estaba todo el módulo terminado, ya nada más probaría y ajustaría problemas al siguiente día.

Al final, entregué el módulo el miércoles, con unas mejoras incluidas que no estaban contempladas y que vendieron de mejor manera mi trabajo con mi cliente. Todo por tomar un pequeño respiro en mi presión.

Otro ejemplo

Un experto en administración de base de datos con muchos años de experiencia, había tenido tres semanas bastante pesadas, se estuvo desvelando casi diario y trabajó los fines de semana también.

Así llegó un lunes a un proyecto en el que estaba yo asignado ya que nos iba apoyar con una configuración especial de una base de datos. Le dije que quería aprender eso y me dijo que estaba bien, así que me pegué con él para estar presente durante la configuración.

En el lenguaje de consulta de información de Oracle, hay un comando llamado SELECT que es el que permite ver lo que está contenido en tablas de la base de datos; su estructura general es:

  select campo1,
         campo2,
         campo3
    from tabla
   where campo2 = 'VALOR'
order by campo1
group by campo1;

Bueno, mi compañero con toda la experiencia del mundo, debido a toda esa carga de trabajo también sufrió un colapso nervioso y en ese momento, no podía pasar del comando SELECT, lo escribía y lo borraba, lo volvía a escribir y borrar. Yo me le quedé viendo y debido a mi propia experiencia de años atrás, rápido capté qué le estaba pasando.

Le cuestioné acerca de qué tenía y me mencionó lo de la carga de trabajo. Le comenté que mejor dejara el trabajo pendiente y que yo hablaría con el cliente para acolchonar el tiempo de entrega y que él se fuera a descansar, nos veríamos al otro día.

Así como conmigo, regresó al otro día más fresco y sacó el pendiente con el cliente en media mañana.

Algunas recomendaciones

Después de esa experiencia que viví en carne propia y algunas otras con diferentes personas, aprendí muchísimo acerca de cómo manejar la presión y por eso, ahora les comparto de estas pequeñas sugerencias para tratar de evitar la presión y que una cosa lleve a otra, hasta hacernos caer en un hoyo similar al que caí.

Bueno, sin más, comencemos con las recomendaciones:

  1. Lo primero que debemos hacer, es no dormirnos en nuestros laureles, es decir, somos muy dados a que si tenemos un mes para cumplir con una tarea, uno piensa que es mucho tiempo y deja pasar algunos días, "al cabo que falta mucho". Aprovecha desde el mismo inicio de la tarea y no pares hasta cumplirla; si se va en tiempo y forma con la ejecución de la tarea, no tendrás por qué presionarte ni tensarte y hasta podrías terminar antes.
  2. Complementando el punto anterior, sugiero que tases el tiempo que tardará tu tarea en horas y distribúyelas entre la cantidad de días. Así sabrás cuántas horas debes invertir diario para cumplir con ella.
  3. Considera en el tiempo estimado que deberás tener al menos, un día a la semana de descanso, en ese día no deberás pensar para nada en el trabajo o proyecto pendiente.
  4. Igualmente, en el tiempo estimado es importante considerar cada día alguna actividad que te relaje como hacer deporte, ver una película, dormir o algo más que te haga no pensar en el trabajo pendiente.
  5. Si ves que el tiempo se te viene encima, aprieta el paso desde antes. No esperes a que se venga el problema en grande.
  6. Recuerda que "hablando se entiende la gente", si ves que de acuerdo con tus cuentas que se extenderá el tiempo más allá del plazo comprometido, habla en directo con la persona que recibirá el servicio o trabajo y mueve la fecha. Hasta el momento, siempre que lo he hecho, no habido cliente/persona que se haya rehusado terminantemente. Es muy importante dar una fecha alternativa. Esto aplica no sólo a un servicio, he visto a mucha gente que cuando debe un dinero, en vez de hablar simplemente y decir "oye, no te podré pagar todo, te ofrezco esto y el resto en x tiempo", sólo se ocultan y creen que con eso se soluciona la cosa.
  7. Sí caes en una situación como la que describí, no puedes pensar en la solución del trabajo, te sientes nervioso y tembloroso, no puedes razonar en el siguiente paso, etcétera. No te preocupes, sólo ejecuta el paso previo y una vez hecho esto, asegúrate de hacer algo similar, bebe una taza de leche o té caliente, algo ligero de cenar, relájate y duerme bien, no te preocupes en ese momento por la solución, al otro día estarás fresco y listo. Te lo aseguro.
  8. Si es en el día cuando te ocurre una crisis y de plano se espera que concluyas ese mismo día, habla con tu jefe o la persona responsable de inmediato diciendo que tomarás un par de horas para relajarte por estar ciclado y una vez hecho esto, salte de la oficina y toma un pequeño descanso, ve a un parquecito o lugar cercano y deja de pensar en el tema, relájate y también tómate algo que te guste. Al regresar estarás mejor.

Básicamente, se trata de tomar un pequeño tiempo de descanso y descargar toda esa presión que se tiene, esa es la solución principal. Una vez hecho esto, vuelve a la carga con renovados bríos y verás que muy probablemente, donde estabas atorado era una nada, la presión fue la que lo hizo ver como algo muy difícil de hacer.

Finalmente, no olvides ese gran poema de Rudyard Kipling que con gran sabiduría escribió: Cuando vayan mal las cosas.

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