Después de hablar en la entrada anterior de las exposiciones y las conferencias, me dejé esta segunda entrada para hacer una valoración personal de las licencias. Si queréis saber cuáles fueron sin andar mirando en mil sitios diferentes, os recomiendo encarecidamente el resumen hecho en Listado Manga.Hablando de manera general, se nota la reducción y cierto parón por la situación en que estamos que, según escribo estas líneas, estamos en una subida brutal de positivos de Covid y no sé si para cuando se publique la entrada no volveremos a tener un confinamiento que vaya más allá del toque de queda o los cierres perimetrales de Comunidades Autónomas o municipios concretos. Aún así, la cantidad de licencias no es nada despreciable, 45 si no me fallan las cuentas (y sin contar artbooks, guías oficiales, novelas y otras cosas que no son manga).Es, sin embargo, al entrar en el terreno personal donde me siento... triste es la palabra, la verdad. Me alegro muy sinceramente de que las y los fans del BL, hayan tenido un evento tan bueno y que aún con todo, sé que les tienen que llegar más obras. También me alegro por las y los fans del yuri con una nueva apuesta por parte de Planeta, que parece que les está yendo bastante bien con esta línea y van a seguir trayendo cosas, falta que más editoriales den el paso. Ambos grupos, después de tantísimos años de sequía (podéis ver la cronología aquí), ya se merecían que las editoriales les trajeran estas obras.En cuanto a los shonen/seinen, supongo que quienes siguen estas demografías se seguirán quejando porque no sale Haikyuu! o la serie X de turno que sea, pero teniendo en cuenta que se llevan aproximadamente del 80% de los tomos que salen cada año (o incluso algo más) pues sus pataletas me dan bastante igual, para qué mentir. No exagero, he hecho la cuenta con la suma de tomos licenciados sólo en este evento virtual y me sale que, de shonen/seinen se llevan un 80,9%. Haced la cuenta si queréis, me puedo haber equivocado en algo pero no iré muy desencaminada. Así pues, llegamos al shojo/josei, que es lo que a mí más me gusta y la cosa se reduce a seis licencias que paso a comentar (de mayor a menor número de tomos):1) Tokyo Girls, de Akiko Higashimura (Planeta) Una de las autoras más pedidas desde hace varios años al fin nos llega con una obra premiada hasta con un Eisner, que no es poca cosa. Tiene muy buena pinta y una longitud perfecta de 9 tomos. De esta mujer sólo he visto/leído hasta la fecha Kuragehime, cuyo anime me gustó bastante. Del manga desconecté porque se estaba alargando demasiado y perdí el hilo, así que mejor que no hayan empezado por aquí porque seguramente el resultado acabaría siendo negativo.2) Josefina, Emperatriz de la rosa, de Kaoru Ochiai y Yumiko Igarashi (Arechi)La editorial sigue apostando por Yumiko Igarashi después de anunciar varios días antes que tenían su colección de cuentos infantiles. Esta vez tiran por una obra histórica biográfica de quien fue la amada de Napoleón que consta de 4 tomos. Este apunte histórico, bastante machista, la verdad sea dicha, es lo único que sé de ella. Espero que el manga me descubra una biografía interesante que vaya más allá de eso. Desde luego, es una compra segura.3) Utena, de Chiho Saito y Be-Papas (Norma)Esta licencia me tiene cabreada porque ni siquiera fue anunciada como tal, se dejó caer de mala manera. Una hora de presentación en que se enrollaron como una persiana hablando de cada una de sus obras salidas, a punto de salir y de las otras licencias de corte shonen/seinen y lo de Utena se comenta como si tal cosa ¿La daban por anunciada porque se les escapó el año pasado? No lo sé pero esa desgana fue muy indignante. Personalmente no me interesa porque tengo la edición original y sólo recompro series muy concretas en otras ediciones.4) Frozen II, de Arina Tanemura (Planeta)Un tomo único adaptación de la película que parece ser un encargo directo desde EE.UU. porque en Japón no hay nada. Ni siquiera ha salido en inglés aún. Vamos, que han licenciado un tomo que aún no existe. También me parece muy curioso que sea adaptación de la segunda película pero no haya de la primera. Seguramente caerá o al menos le echaré un ojo porque el dibujo de esta mujer siempre es un gustazo (me resisto a vender Mistress Fotrune por lo mismo, y mira que es malo el tomo). Ojalá hagan una estrategia de llegar a centros comerciales y zonas infantiles de librerías porque la falta de relevo generacional en el mundillo (especialmente de niñas lectoras) es muy triste.5) Kaigan y Nuresobotsu Kurokami, de Mimika Ito (ECC)Agrupo ambas licencias porque son de la misma temática y autora. Dos tomos únicos de shôjo de terror. Después de los especiales de #HorrorPSS me quiero iniciar un poco en el género pero, por lo que he visto, no será por aquí, así que pasando, al menos en el medio/largo plazo.Al margen de estas obras creo que me acabaré pillando Mi padre alcoholico y yo, de Mariko Kikuchi (Fandogamia, tomo único) y me dejaré orientar por recomendaciones para algún BL.Si el 2021 pinta regular por la situación general, la perspectiva para el shojo/josei es totalmente negra. Planeta dejó caer en una entrevista con Rp2 poco después del evento que encima las continuaciones y/o reediciones de Otomen, Hanakimi y Llegando a ti son imposibles y es indignante cuando dijeron que recuperarían TODO lo que habían parado. Lo hicieron con los shonen/seinen. Se ve que con los shôjos no merece la pena el esfuerzo. Ni con la primera, que con Tomodomo teniendo un notable éxito con su otra obra, Réquiem por el Rey de la Rosa van a intentar hacer algo. No estoy cabreada, sólo estoy... triste, como decía más arriba. Parece que lo que a mí me gusta ya no gusta a casi nadie más. Me había vuelto a ilusionar con el mundo del manga pero tendré que conformarme con lo que ya tengo en casa, alguna incorporación puntual y volver la vista de nuevo a las novelas, que es lo que me sucedió hace unos años cuando la situación empezó su primera caída con la crisis económica de 2008. En cierto modo, tengo una sensación de déjà vu.