Lo dicho por la doña dio lugar a que De Vido desilusionado comenzara con el tema de las cartitas, algo que ya había hecho anteriormente Florencio el ferroviario y Eugenio el representante de cortesanas Dice don Julio en su primera misiva: “La mano en el fuego. Este viejo refrán creo, debe ser tan antiguo como la Edad Media, más precisamente, propio del tribunal de la Inquisición; impropio de estos tiempos de aparente efervescencia de un Republicanismo a ultranza por derecha y otra posición a la que yo adhiero fervientemente reivindicadora de los derechos y garantías individuales y fundamentalmente de los Derechos Humanos, algunos damos fe y testimonio de ellos y otros cacarean de un lado y ponen huevos en otro, o sea, algunos lo hacemos por convicción, actitud y militancia y otros cobarde o hipócritamente, o ambas dos por conveniencia. La cartita mucho más extensa sigue hasta llegar a una firma que casi seguro el arquitecto pajarero no pensó estampar Julio Miguel De Vido. Diputado Nacional Preso sin condena- Penal de Ezeiza. Cuando detuvieron a su ex-vicepresidente Amado guitarrero y cantor, con frustradas intenciones de ser el patrón del dinero la señora mandó también su cartita a través de la organización política que ahora la cobija diciendo: En Argentina el Gobierno del Presidente Macri está utilizando al Poder Judicial para perseguir a los dirigentes opositores. El objetivo de esta persecución judicial es precisamente atemorizar a los dirigentes de la oposición para que sean sumisos ante la segunda fase del ajuste que se busca implementar. En la mayoría de los lugares mencionados anteriormente donde ocurrieron casos de corrupción, los involucrados fueron juzgados y en gran número terminaron en la cárcel cumpliendo condenas, por estos lares algunos creen que el espíritu corporativista primará sobre la razón y que pocos o ninguno importante se pondrá un traje a rayas, porque aquí cada olla que se destapa huele muy mal; pero no obstante ello se elige Senadora de la Nación a la cocinera principal. Sabido es que: En política, un absurdo no siempre es un obstáculo.
Lo dicho por la doña dio lugar a que De Vido desilusionado comenzara con el tema de las cartitas, algo que ya había hecho anteriormente Florencio el ferroviario y Eugenio el representante de cortesanas Dice don Julio en su primera misiva: “La mano en el fuego. Este viejo refrán creo, debe ser tan antiguo como la Edad Media, más precisamente, propio del tribunal de la Inquisición; impropio de estos tiempos de aparente efervescencia de un Republicanismo a ultranza por derecha y otra posición a la que yo adhiero fervientemente reivindicadora de los derechos y garantías individuales y fundamentalmente de los Derechos Humanos, algunos damos fe y testimonio de ellos y otros cacarean de un lado y ponen huevos en otro, o sea, algunos lo hacemos por convicción, actitud y militancia y otros cobarde o hipócritamente, o ambas dos por conveniencia. La cartita mucho más extensa sigue hasta llegar a una firma que casi seguro el arquitecto pajarero no pensó estampar Julio Miguel De Vido. Diputado Nacional Preso sin condena- Penal de Ezeiza. Cuando detuvieron a su ex-vicepresidente Amado guitarrero y cantor, con frustradas intenciones de ser el patrón del dinero la señora mandó también su cartita a través de la organización política que ahora la cobija diciendo: En Argentina el Gobierno del Presidente Macri está utilizando al Poder Judicial para perseguir a los dirigentes opositores. El objetivo de esta persecución judicial es precisamente atemorizar a los dirigentes de la oposición para que sean sumisos ante la segunda fase del ajuste que se busca implementar. En la mayoría de los lugares mencionados anteriormente donde ocurrieron casos de corrupción, los involucrados fueron juzgados y en gran número terminaron en la cárcel cumpliendo condenas, por estos lares algunos creen que el espíritu corporativista primará sobre la razón y que pocos o ninguno importante se pondrá un traje a rayas, porque aquí cada olla que se destapa huele muy mal; pero no obstante ello se elige Senadora de la Nación a la cocinera principal. Sabido es que: En política, un absurdo no siempre es un obstáculo.