Manifestacion con efecto demostración.

Publicado el 17 marzo 2019 por Torrens

La manifestación independentista en Madrid del 16 M ha tenido la virtud de demostrar un montón de temas, de los que algunos ya eran evidentes pero otros no estaban muy claros para la mayoría.

En primer lugar ha confirmado la gran capacidad organizativa del independentismo que es correspondida siempre con fuerza por lo que, gracias a los políticos de Madrid, creo que ya es una amplia mayoría en Catalunya.

El independentismo no solo ha demostrado capacidad organizativa, además ha hecho también evidente que es capaz de organizar manifestaciones cívicas y civilizadas, de poner en marcha grandes multitudes de forma absolutamente pacífica, sin el más mínimo incidente y que una vez pasada la manifestación queden pocos papeles en el suelo.

Otra característica de las manifestaciones independentistas es su tolerancia. En Facebook hay varios videos de personas que se han paseado entre sus manifestaciones con banderas monárquicas sin producirse el más mínimo problema, e incluso hay uno en que un votante del  referéndum del 1-O deposita su voto vistiendo la bandera española monárquica como capa y encima es aplaudido. Por el contrario, después de la manifestación de Madrid varios independentistas aislados fueron atacados se supone que por falangistas, el material que llevaban, pancartas y banderas, destruido, dos autobuses salieron de Madrid con cristales rotos a pedradas y muchos lo hicieron con retraso porque tenían neumáticos reventados. Quedó claramente demostrado quienes son los civilizados y quienes los salvajes.

La Guardia Civil también demostró ampliamente que es una de las peores organizaciones policiales europeas, sino la peor, que no está al servicio de una ciudadanía, cuyos derechos deben ser respetados, de un gobierno y un sistema judicial, sino que actúa movida por una ideología concreta que encima es la franquista. La Guardia Civil no solo paró a muchos de los autobuses que desde Catalunya se dirigían a la manifestación de Madrid, además multó a varios conductores por discutibles trámites administrativos. En contraste, la Policía Nacional, una vez concluida la manifestación protegió a grupos aislados de catalanes que eran agredidos por falangistas que para hacer el asunto más denigrante acusaron a la policía de traidores por no dejarles apalear a los independentistas.

Muchos madrileños no tenían ni idea de que se celebraba la manifestación lo que es una demostración más de que la pocilga mediática ha tergiversado, modificado y alterado la información que publican sobre Catalunya hasta conseguir que la idea que los españoles tienen sobre el problema no tenga absolutamente nada que ver con la realidad. Uno de los objetivos de la manifestación era que en España se conociera la verdad sobre el problema catalán, objetivo que, como era de esperar ha fracasado estrepitosamente.

A pesar de que la manifestación no se refería a la independencia sino al vergonzoso juicio a los antiguos miembros de la Generalitat, el Parlament, Omnium y la ANC, la única respuesta del gobierno de Pedro Sánchez ha sido la que ya es casi la standard para evitar mojarse que afirma que todo es posible pero dentro de la constitución que es algo así como pedir peras y contestar dando la dirección de la parada de autobús más cercana, a lo que posteriormente Sánchez ha añadido que mientras el PSOE gobierne Catalunya no será independiente. Una vez más, y como ha ocurrido sin una sola excepción desde que en el 2006 Rajoy y el PP crearon el problema la respuesta que se da desde Madrid a Catalunya no solo no soluciona nada sino que empeora la situación.

Aunque no lo puedo demostrar estoy absolutamente convencido que las dos afirmaciones que voy a hacer a continuación reflejan exactamente la realidad actual: Primera. Hoy día una amplia mayoría de catalanes queremos la independencia. Segunda. Si se preguntase por sus razones a todos y cada uno de dichos catalanes que quieren la independencia, la inmensa mayoría de ellos, y cuando digo mayoría me refiero a 9 de cada 10, afirmarían con total rotundidad que inicialmente no eran independentistas, incluso algunos como yo creíamos que la independencia traería serios problemas, pero finalmente nos decidimos por el independentismo ante las inmensas y descomunales barbaridades y estupideces cometidas en Madrid y ante el convencimiento de que en primer lugar no hay absolutamente nadie en el resto de España que esté realmente dispuesto a dar solución completa al problema y en cambio son mayoría los que están más que dispuestos a empeorarlo, y en segundo lugar ha quedado archidemostrado que con España no hay nada que hacer porque es imposible llegar a un pacto, pero lo peor es que si se alcanzase un pacto y tal como es habitual España lo incumpliría de manera inmediata.

Puedo añadir una tercera afirmación de la que también estoy seguro: la gestión del problema por parte de Madrid ha sido tan desastrosa que si los líderes independentistas hubiesen sido considerablemente más listos e inteligentes Catalunya ya sería independiente o estaría a punto de serlo.