Vestidos de blanco, los manifestantes portaron flores, pancartas con aforismos de escritores y artistas, animales de peluche y disfraces. Los participantes avanzaron de manera pacífica mientras gritaban todo tipo de proclamas: “justicia para callejerito”, “el que mata un animal es un criminal”, “no lo abandones, el no lo haría” incluso había pancartas en las que se leía mensajes en contra de la ley antiinmigrante de Arizona.
En la marcha se resaltó la importancia de la adopción en vez de la compra de cachorros en mercados o criaderos clandestinos, ya que los albergues para los animales rescatados son insuficientes. Además, se abogó por la creación de refugios animales supervisados por protectoras en vez de los centros antirrábicos, pues según datos de la protectora AnimaNaturalis estos lugares son “el infierno” para perros y gatos pues “permanecen en condiciones insalubres y son maltratados”.
A la par de esta marcha hubo contingentes en otros estados de la república como Querétaro, Oaxaca, Morelia Quitana Roo, Chiapas y Monterrey. Cabe mencionar que pese a que se sugirió no llevar animales debido a que la ley lo prohíbe y por que puede resultar un detonante de estrés y agotamiento para las mascotas, muchos hicieron caso omiso y llevaron a sus canes.
En la marcha también se repudiaron las corridas de toros, los circos, las peleas de perros y gallos, así como a la matanza de ballenas y focas que se realizan cada año en Japón y Canadá, respectivamente.
El recorrido concluyó en el Zócalo sin algún incidente, en donde se montó una ofrenda de flores blancas y la palabra justicia en letras de cartón. En seguida se instó a los asistentes para que firmaran un documento que será enviado a la Asamblea Legislativa.
Fuente: Milenio