El soberanismo catalán llamó a “resistir” desde el corazón de Europa. El movimiento independentista, que confía todavía en una intervención europea, protagonizó una manifestación multitudinaria en Bruselas. Según la policía belga, unas 45.000 personas participaron en la manifestación que, bajo el lema Wake up Europe (Despierta, Europa) recorrió una parte de lo que se conoce popularmente como Barrio Europeo de la capital belga, donde se encuentran la mayoría de instituciones de la Unión Europea. Dicha manifestación, convocada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y por Òmnium Cultural, quiso hacer llegar al centro político de Europa un triple mensaje: la denuncia de la “falta de democracia” en España, la exigencia de la liberación de los políticos catalanes encarcelados que continúan en centros penitenciarios de Madrid, y el apoyo al presidente Carles Puigdemont, destituido el 28 de octubre con la aplicación del artículo 155 de la Constitución. El periodista Joan Ramon Vallvé cree que ayer fue posiblemente el día más tiste para TV3 que sólo pudo ofrecer un minuto en directo cada media hora en Bruselas. “No ens podem agenollar, companys’, (No nos podemos arrodillar, compañeros) remató.
Decenas de bomberos catalanes desplazados a Bruselas acudieron a donar sangre en el hospital de la Cruz Roja como muestra de agradecimiento “al pueblo de Bélgica y su respeto a nuestro gobierno legítimo” y para “mostrarles la voluntad del pueblo de Catalunya de mantener su lucha dentro de la más estricta no-violencia y fraternidad para con todos los pueblos de Europa”. Los bomberos con el uniforme y el casco amarillo, máscaras de color blanco y una tira roja cubriendo sus labios, reclamaron la libertad de expresión, acudiendo a un hospital belga tras participar en la marcha “Omplim Brussel.les” que tuvo lugar por mañana, en el centro de la capital, lo que provocó una fila de bomberos esperando para donar sangre. Grupos de bomberos hizo acciones similares en hospitales de Catalunya.
En un comunicado, “Bomberos por la Independencia” recalcaron que, con esta acción, quieren “mostrar al mundo que la única sangre que concebimos que se derrame es aquella que damos de manera consciente, solidaria y voluntaria para ayudar a salvar vidas”. Asimismo, se movilizaron “para cerrar filas en un momento de retroceso de derechos sin precedente desde la dictadura franquista” y aseguraron que “la represión del Estado español no hace más que alentar a seguir con nuestra voluntad indomable de construir una República Catalana”.