Manipulación racial

Al Gobierno de Fidel Castro, en su más de medio siglo de actuar, ahora proseguido por su hermano Raúl, siempre lo que más le ha interesado ha sido su fachada ante la opinión pública. Aparentar ha sido su lema de orden que más le ha preocupado.

Invariablemente nos han tratado de hacer creer que no hemos vivido (ni vivimos) en dictadura, han aparentado (y aparentan) que no se violan los derechos humanos dentro de la isla o que la producción nacional se ha mantenido en constante ascenso. Engendraron miedo en la sociedad civil para mantenerla apocada y que no reaccione ante las calamidades de la vida miserable en la que está obligada a subsistir. Fingen que somos una sociedad no racista, y para intentar lograrlo -siempre ha sido un teorema matemático a la hora de ejercer sus elecciones- manipulan los votos para que, independientemente de sus méritos y capacidades, terminen elegidos varios negros. Así ocurre en las distintas elecciones como las de la Asamblea Nacional, las del Buró Político o las del Congreso de Estado.

Resulta a mi parecer demasiado evidente que para misiones de gobierno en África o que para recibir y negociar con gobernantes del Caribe, de población negra, envíen a Esteban Lazo o lo sitúen al lado de Raúl Castro. Es en realidad una actitud racista en la que exhiben sus ejemplares negros intentando demostrar lo contrario.

Aquello lo aprendí en las Asambleas de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) cuando se indicaba la necesidad de elegir una cuota de artistas negros. Y, por supuesto, me parece bien, siempre y cuando se logre de una manera natural, o devenida de una labor de conciencia, pero no como una meta, un parámetro o un requisito socialista para impedir que nos tilden de racistas.

De hipocresía, falsa imagen y reprimir los criterios, está educada la sociedad cubana, la que -gracias a sus líderes como buenos profesores- ha aprendido que más importante y vital es aparentar que ser. Y tan es así que ese aparentar solo les preocupa a niveles altos, pues en la base, donde se supone que debería comenzar esta justicia, sin ser forzada, no tiene esa marcada intención, salvo que sea alguien que garantice su apoyo incondicional al gobierno de los hermanos Castro.

Y nada tan fácil de adivinar porque, al no tener la base publicidad en los medios de difusión, obvian el color de su piel.

La televisión internacional es la razón más consistente para que existan funcionarios negros en el gobierno cubano. ¿Alguien quiere más racismo que ese?

Ángel Santiesteban-Prats

Diciembre de 2014.  Prisión Unidad de Guardafronteras Jaimanitas, La Habana.

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