Río de Janeiro, Brasil. En un giro que ha estremecido a Brasil, videos virales difundidos en redes sociales revelan cómo residentes del Complejo de la Penha, en el norte de Río de Janeiro, retiraron la ropa táctica y los chalecos antibalas de decenas de narcotraficantes abatidos, intentando presentarlos como civiles inocentes muertos por la policía. Las imágenes, grabadas tras la operación policial más letal en la historia del estado, han desatado un debate nacional sobre la manipulación de evidencias y la violencia en las favelas.
La operación más sangrienta en la historia de Río
Tambien Puede Interesarte:Escándalo en una escuela de Rosario: una docente le dijo a una alumna venezolana “Vuélvase a su país”La megaoperación “Acción contra el Comando Vermelho”, lanzada el martes 28 de octubre, movilizó a 2.500 agentes de élite, helicópteros y drones en un operativo coordinado contra una de las facciones criminales más poderosas del país.
Tambien Puede Interesarte:Bobbi Althoff pide entrevistar a Donald Trump tras detención de un amigo por el ICESegún cifras oficiales del gobierno de Río, al menos 119 personas murieron, la mayoría presuntos integrantes del Comando Vermelho, junto con cuatro policías.
Sin embargo, fuentes independientes como la Defensoría Pública estiman más de 130 víctimas, lo que convierte esta redada en la más mortífera desde la proclamación de la República en 1889.
Videos revelan manipulación de la escena
Las imágenes que circularon en X (antes Twitter) desde la noche del miércoles muestran a grupos de hombres —presuntamente residentes— arrastrando los cuerpos desde zonas boscosas hacia una calle principal de la favela. Allí, alinearon los cadáveres semidesnudos mientras vecinos lloraban y exigían justicia.
Sin embargo, grabaciones filtradas por la Policía Civil muestran el momento en que los lugareños cortan pantalones camuflados, retiran chalecos tácticos y ocultan armas, alterando la escena para simular que se trataba de víctimas desarmadas.
“É revoltante ver até onde o crime é capaz de ir para tentar enganar a população”,
denunció el gobernador Claudio Castro en su cuenta de Facebook, acompañando las imágenes con un llamado a la unidad contra el narcotráfico.
Investigación por fraude procesal
El secretario de Seguridad Pública, Felipe Curi, confirmó la apertura de un inquérito por “fraude processual” contra quienes manipularon los cuerpos, argumentando que esta maniobra buscaba encubrir la naturaleza armada de los sospechosos y avivar protestas contra las fuerzas del orden.
El periodista venezolano radicado en Brasil, Eduardo Menoni, fue uno de los primeros en difundir el material en X, donde superó las 900.000 visualizaciones en menos de 24 horas.
“Los delincuentes no aprenden: alineados en una calle después de que la población les quitó la ropa de guerra para hacerlos pasar como ‘víctimas’, pero todo quedó grabado”,
escribió Menoni junto al video viral de 22 segundos.
Guerra urbana y poder narco
Expertos en seguridad pública señalan que el episodio refleja la intensificación de la guerra urbana en Río de Janeiro. El Comando Vermelho, con amplio control territorial en las favelas, ha respondido con drones cargados de explosivos y barricadas incendiarias.
Durante la operación, las autoridades incautaron más de 90 rifles de asalto, granadas y uniformes militares robados, evidenciando el creciente poder de fuego del grupo criminal.
Reacciones del gobierno y organismos de derechos humanos
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva expresó su “horror” por el saldo de víctimas y ordenó una investigación federal para esclarecer posibles abusos policiales, aunque defendió la necesidad de combatir el crimen organizado.
Organizaciones como Amnistía Internacional condenaron tanto la letalidad del operativo como la manipulación de evidencias por civiles, y exigieron autopsias independientes para todos los cuerpos.
“El Estado debe garantizar justicia para los inocentes, pero también impedir que la manipulación de pruebas distorsione la verdad”, señaló el organismo en un comunicado.
Voces desde la favela
En las calles del Complejo de la Penha, la tensión se mezcla con el miedo.
María Silva, madre de tres hijos, declaró a la BBC:
“No somos monstruos, pero vivimos entre balas. Queremos paz, no más muertos alineados como trofeos.”
La Policía Civil advirtió que la recolección de cuerpos por parte de vecinos complicó la labor forense, aunque prometió investigar tanto los posibles abusos policiales como la alteración deliberada de las escenas.
Un país atrapado en la violencia
El caso ha reavivado el debate sobre la crisis de seguridad y la polarización social en Brasil.
Entre quienes denuncian ejecuciones extrajudiciales y quienes defienden la acción policial, el país parece quedar atrapado entre la justicia popular y la propaganda narco.
Mientras Río llora a sus muertos, una pregunta persiste en las redes y en las urnas:
¿Hasta cuándo durará esta guerra sin fin?
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