Siempre me llamaron la atención los abultados precios de los gimnasios para bebés. Básicamente me resultan costosos para el escaso tiempo de uso que los cachorros le darán. Los estímulos normalmente los ubican colgando de un arco y la base suele ser alguna tela colorida y ya. En otros casos las opciones son que la tela tenga algunos detalles, como plástico espejado, algunas tapitas y tiritas. A mi se me ocurrió que con un poco de habilidad podía abaratar y mejorar la propuesta.
Mi cachorro estrenó una manta didáctica de texturas que le permite moverse por su entorno, jugar con sus juguetes, sentir con todo el cuerpo, dormir y hasta caerse sobre ella evitando los chichones!! Como la hice de más de un metro de lado, le va a servir por un largo tiempo.
Yo quedé feliz y satisfecha, además de que me ahorré algún dinero y no caí en el consumismo.