Uno de los puntos más delicados de la seducción tiene lugar justo después de haber iniciado la interacción. Cuando ya has abierto las puertas, has “roto el hielo” y tienes que continuar con una conversación. Y esa conversación no puede ser una simple chorrada o de un tipo prefabricado, ya que a cada persona le gustará algo diferente y deberás adaptarte a ello para lograr el éxito.
¿Cómo se consigue? Investigando. Supón que tienes que hablar con chicas. Investiga los temas de los que suelen hablar. Lee revistas, blogs o cualquier tipo de publicación. Aprende los temas más comunes para luego, mediante preguntas, ir conociendo más de la persona y elaborando una conversación mucho más interesante para ambos. Puede llevarte tiempo y tendrás que practicar con amigas. Sería lo mismo si tuvieras que hablar con un chico.
También hay otras cosas a tener en cuenta. Se observador. Si estas en un local con cierta temática concreta es mas probable que puedas empezar una conversación tocando un tema relacionado. Mira su estilo, puede llevar encima algo que indique que le gusta cierto tipo de animal o música, que cuide mucho su estilo, su pelo, que por algún motivo esté feliz o triste… ¿Quien sabe? Pero observa bien, calibra, y podrás, al menos, charlar un buen rato y causar buena impresión.
No hay formula infalible. Como en todo esto depende de las personas. Sobre todo de ti. Practicar mucho dará más resultados y, sino los da, al menos habrás mantenido unas buenas conversaciones con nuevas personas, algo que, cuando empezaste en esto de la seducción, ni lo imaginabas.