"Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión".
Es evidente que para la Unión Europea y los Estados Unidos este artículo no es aplicable a quienes no se someten a sus dictados y caprichos internacionales. Tal es el caso de la República Islámica de Irán y de sus medios de comunicación como los canales HispanTV y PressTV, los que serán sujeto de análisis en esta columna de opinión.
Como canales de televisión, uno de sus objetivos es informar a los públicos para que puedan estar al tanto de lo que ocurre en los cinco continentes. En esta tarea se podría mencionar, entre otros, la cobertura informativa sobre las constantes agresiones del régimen sionista de Israel contra Palestina, en especial, contra la Franja de Gaza, con miles de palestinos asesinados a manos del régimen nuclear israelí. Así también, las invasiones de los Estados Unidos y de su brazo armado: la OTAN, en Afganistán o Paquistán, y la ocupación de Irak o los bombardeos con drones sobre Yemen. Todos estos hechos tienen la debida cobertura de HispanTV y de PressTV, así como de otros medios iraníes, como Al Alam o Al Kauzar. De esta forma, en estas zonas geográficas ocupadas se pueden conocer los asesinatos diarios de civiles por parte de los Estados Unidos y del Reino Unido, por mencionar algunos países. Frente a estos preocupantes hechos, el reporteo en terreno de los medios persas refleja, de forma detallada y permanente, la actualidad ante los ojos de las teleaudiencias dichas atrocidades occidentales y sionistas, lo que ha conllevado en Europa a una histérica censura de las señales emitidas desde territorio iraní.
Lo que buscan los regímenes como España, el Reino Unido y Estados Unidos (con la clara orientación del lobby sionista israelí) al censurar la señal de HispanTV, es invisibilizar los graves crímenes de lesa humanidad contra la población civil, promover la impunidad y minimizar los registros gráficos o efectos mediáticos de estas acciones toda vez que se prevé para el este año 2013 una mayor concurrencia de juristas a la Corte Penal Internacional de La Haya para denunciar las violaciones a los derechos humanos de los occidentales y sionistas.
Por otro lado, en el ámbito económico, es ocultar el estado de coma en que se encuentra el sistema neoliberal español o la inviabilidad de un Estado del que ya no se sienten parte catalanes, gallegos y vascos.
La idea de la censura constituye también no exponer las falencias de una España que se diluye en sus propios pecados originales: el desempleo galopante, la desconfianza de la ciudadanía-plebeya (dado que todavía son súbditos) hacia una monarquía de pulmones vírgenes, la desesperación de una juventud sin futuro, la represión de expresiones nacionales, el excesivo y peligroso recorte del gasto público, la jibarización del Estado por parte de quienes creen en el rol mesiánico del capitalismo a ultranza, y el sometimiento del país para mantener a flote al autodenominado “milagro” europeo, como es el caso de Alemania, a expensas del sacrificio laboral de miles de jóvenes españoles.
Queda bien claro que es más rentable, políticamente, censurar medios como HispanTV a fin de ocultar la realidad bajo la barata alfombra de los medios de comunicación comerciales que siguen a sus auspiciadores, ya que al fin se podrían quedar sin aquellos clientes que compren sus productos para financiar el adormecimiento de las mentes que votan una y otra vez por las mafias corporativas que se han servido de las pantallas para lavar su imagen.
Es penoso y patético que sea el mismo Occidente y sus sátrapas los que indiquen cuándo y dónde se apliquen los principios del artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
De esta forma, la censura que recae sobre HispanTV y PressTV, entre otros canales iraníes, ha transformado de forma involucionaria y retrógrada la libertad de expresión global, por lo cual, desde ahora, para la Unión Europea, Estados Unidos y sus socios, el artículo 19 se deberá leer: "Todo individuo NO tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho NO incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, CON limitación de fronteras, por NINGÚN medio de expresión".
Bienvenidos a la jungla…
Manuel Arismendi P. Periodista, editor general de la web Voz de Chile, analista internacional de HispanTV, Delegado Oficial de la Asociación de Amistad con Corea (KFA) en Chile y encargado de comunicaciones de la Fundación Ummah Unificada.
Fuente: http://www.hispantv.es/detail/2013/01/27/211126/que-hay-detras-censura-hispantv