Tres años después, Albertini da una vuelta de tuerca al tema y sigue los pasos de Manuel, un adolescente a punto de abandonar el recinto así como sus primeros días en el mundo exterior. Tal como ha reconocido en Gijón Albertini había pensado inicialmente rodar la película “con el auténtico Manuel”, continuando con el género documental pero pronto se dio cuenta de que la decisión era “sólo una estrategia para autoprotegerme de la ficción”. Por eso finalmente optó para el personaje protagonista por el joven Andrea Lattanzi que encarna al adolescente a punto de enfrentarse al abismo.
Manuel es un viaje por la Roma periférica y la roma marginal heredera de Passolini que transportan al espectador a la cruda realidad. Retrato del camino hacia la madurez por alguien que ha renunciado al cinismo y que lucha hasta la muerte por proteger lo que queda de su inocencia.