Manuel Osuna Tapias

Publicado el 06 julio 2019 por Leonhor

La Fundación Social Cordoberxia denunció el asesinato de Manuel Osuna Tapias este sábado en horas de la mañana cerca del corregimiento de Versalles, en San José de Uré (Córdoba). La Fundación llamó la atención sobre el homicidio del campesino de 67 años, porque se encontró su cabeza cortada y su casa quemada; presuntamente, a manos del Bloque Virgilio Peralta Arenas, o también llamados «Los Caparros».

Manuel vivía de la agricultura en su casa de madera y palma, distante 2 horas del casco urbano de San José de Uré, municipio vecino de Montelíbano y Puerto Libertador. Hasta allí llegaron sus asesinos, lo decapitaron e incendiaron su finca, según denuncia la Fundación Cordobexia, de la que Osuna formó parte.

Manuel Osuna Tapias, era integrante de la Asociación de Campesinos del Sur de Córdoba (ASCSUCOR); y junto a él, ya se cuentan 8 integrantes de esta Organización asesinados en lo corrido del año. Así mismo, resulta relevante la cifra de 15 beneficiados por el Plan Nacional Integral de Sustitución (PNIS) asesinados este año en la misma región.

Denuncia Publica 092 de ASCSUCOR

Según han advertido organizaciones como Somos Defensores, está sería una forma de intimidación, usada por los actores armados para causar miedo entre la población mediante asesinatos con sevicia. En San José de Uré, y en el sur de Córdoba Los Caparrapos; las autodenominadas Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), llamadas por el Gobierno Clan del Golfo; el Nuevo Frente 18 y el Ejército Nacional están en disputa por lograr el control del territorio.

Desde principios de este año los campesinos que se acogieron voluntariamente al Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos PNIS se han desplazado por acoso de actores armados que ocupan la zona.

Los desplazamientos también han afectado a población campesina e indígena embera y zenú de la región, que no hacen parte del PNIS, pero vivieron combates entre el Clan del Golfo y los Caparrapos, sobre todo en Tierralta y Puerto Libertador.

A la par, los defensores de derechos humanos y medio ambiente empezaron a recibir amenazas contra su vida.