Manuel Piña, diseñador de moda

Sigue en el Museo del Traje de Madrid una estupenda exposición dedicada al diseñador de Moda Manuel Piña. Se trata de un recorrido vital y creativo por su vida y su carrera con la exhibición de algunas de sus creaciones más representativas. 

Sus orígenes hay que buscarlos en su Manzanares natal, donde destaca como comercial con un talento especial para las telas y para detectar las necesidades de las mujeres de su época. En 1963 se traslada a Madrid, donde ve claro su futuro como industrial al hacerse con una fábrica de confección textil que logra gestionar con éxito. A raíz de conocer el trabajo de otros diseñadores y asistir a su presentación en algunas pasarelas internacionales, Manuel Piña queda fascinado y atrapado por el mundo del diseño. Una visita al Museo Manuel Piña de Manzanares es obligada.

Su primera colección es presentada en Barcelona en 1979, en una época en la que aún no había una buena organización de desfiles; la industria de la moda española era incipiente y carecía de apoyo institucional. Aún así, Manuel Piña hace historia y trabaja en la construcción de la marca España al vestir a los Coros de la Orquesta Nacional de España de encaje negro. Su recuperación de formas de inspiración española es una constante en su carrera: boleros, volantes, lunares y puntillas aplicadas a sus diseños cautivaron dentro y fuera de nuestras fronteras.

Desde su memorable colección P-V 1983 dedicada al punto, Manuel Piña trabaja incansable para ofrecer su personal visión y aportación la moda en el vestir femenino con vestidos, trajes y abrigos para ir vestida cada día con clase y glamour. 

Pero es en sus colecciones de mediados y finales de los años ochenta, cuando el creativo pone su genio al servicio del espectáculo y se convierte en el líder de la vanguardia de la moda española añadiendo volúmenes, tratamientos y técnicas textiles y de tintado artesanales y convirtiendo sus pasarelas en espectáculos cercanos al teatro y las artes escénicas. 

Las últimas colecciones de Manuel Piña, en 1990 y 1991 reflejan todo lo aprendido y experimentado en años anteriores. Las lanas de calidad se ven complementadas con gran cantidad de nuevos materiales, tales como el lúrex, charol, cuero, ante o plumas, formas sorprendentes e innovadoras y apuestas arriesgadas a las que no les faltó público aunque no impidieron su ruina económica.

Colaboraciones artísticas con fotógrafos y pintores acercaron a Manuel Piña al mundo del arte, al que contribuyó con su peculiar visión. La asociación dio sus frutos éstos pueden verse en la forma de espectaculares vestidos pintados dignos de ser mostrados en cualquier museo del mundo.

Espero disfrutéis del talento y del arte de Manuel Piña.

Buenos días y buena suerte!