OCTUBRE DE 2013
En octubre del estúpido año 2013 le dieronel Premio Nobel de Literaturaa una viejecita encantadora, sublimeque diría algún periodista.
Alice Munro salía sonriendo en las fotos,con un libro ya muerto en la mano moribunda aún,eso es imaginación fotográfica y creadora,sí señor.
Tenía más de ochenta años y su saludno le permitía viajar a Estocolmo.
A mí, mi salud sí me permite viajar a Estocolmo.
Pero era la que tenía que ir a Estocolmo y no yo,que gozo de una salud de hierro fundido,como los más nobles radiadores que calientanlas casas de los santos e inteligentísimos miembrosde la Academia Sueca.
La vida es profundamente cómica.
Por quinientos euros, Alice, te hago feliz esta noche.
Pasa de Suecia.
Elígeme a mí, querida.
Por cien también.
Incluso por cincuenta te como el incomible coño.
Manuel Vilas en El hundimiento (Visor Libros, 2015).