¿Cómo han terminado las fiestas? ¿Os han sabido a poco o habéis acabado hartos de tanta comida y reunión familiar? jeje
Nosotros, como ya os comenté en la entrada anterior, nos encontramos con que de repente era nochebuena, navidad, fin de año... Inmersos en el trabajo, parecía que las fiestas llegaban de repente y sin previo aviso, así que nos hemos quedado con las ganas de disfrutarlas un poquito más ¡ays, habrá que esperar! Pero de lo que sí hemos acabado hartos, pese a que este año han sido más ligeritas, es de la comida.
Hay tanta comida taaaan rica y durante taaaaantos días que es difícil no comer mucho ¿verdad? Aunque este año puedo decir que, con mis 34 años recién cumplidos, he aprendido a comer ¡yeeeeaaaah! Vale, la frase así tal cual suena mal, pero todo tiene una explicación. Para mi, pasar alguna parte de las fiestas navideñas mala del estómago por alguna comilona era tan habitual como la visita de Papa
Noel o los
Reyes Magos. Vamos, que no faltaba ni un año... Peeeero esta vez ¡llegué sana y salva hasta el día de mi cumpleaños en reyes!
Hasta mis padres estaban alucinados jajaja. Os aseguro que es muy triste celebrar tu cumple año tras año con una sopita y arroz mientras a tu alrededor todos se ponen hasta las trancas de cosas ricas y deliciosas. ¿Y cómo lo he conseguido? Siendo sincera, realmente no sé muy bien cómo lo que he hecho, pero es verdad que entre fiesta y fiesta hemos comido cosas más ligeritas e igualmente ricas como las que os traigo hoy.
Por que no podemos pasar de una mesa llena de delicias a un triste plato de acelgas. A mi me lo pones entre las fiestas o al finalizarlas y no me entra si no va acompañado de un plato de langostinos en la mesa (aunque luego no los pruebe... pero ahí tienen que estar, por la costumbre...) y unos polvorones de postre.
Así que estas manzanas rellenas de arroz con bonito y gambas puede ser una buena terapia de choque para desengancharse de las comilonas navideñas o para sorprender a nuestros invitados con una comida diferente y muy sabrosa, ya que lo podemos usar como primer plato poniendo media manzana o plato único con la manzana entera.
Pero lo mejor de todo es que es una receta súper sencilla, que no requiere de mucho esfuerzo y el resultado es espectacular. El plato os quedará más o menos dulce según la manzana que escojáis. En nuestro caso elegimos unas de estilo golden, que tienen un sabor intermedio. La combinación de los diferentes arroces le da un toque más divertido, pero lo podéis hacer con cualquier arroz que tengáis en casa. También podéis usar gambas frescas en vez de las congeladas, pero era las que teníamos en casa :).
Ingredientes (para 4 personas)
- 4 manzanas grandes
- 100 gr. de gambas peladas y congeladas
- 75 gr. de bonito en aceite
- 100 gr. de arroz (el nuestro es una mezcla de arroz largo, rojo y salvaje)
- 1 cebolleta
- 1 cucharada de margarina
- Cebollino
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
PreparaciónDescongela las gambas, trocéalas y reserva.
En un cazo cuece el arroz hasta que esté tierno, pásalo a un bol y reserva.
Pela y pica la cebolleta.
Añade la cucharada de margarina a la sartén, espera a que se deshaga y añade la cebolleta. Rehógala hasta que empiece a tener color (un poco menos que las nuestras, que haciendo las fotos se me pasó un poco jeje), añade las gambas troceadas y remueve.
Añade el arroz, salpimienta, remueve y saltéalo durante un par de minutos. Retíralo del fuego y deja que se temple.
Una vez que se haya templado el arroz, añade el bonito desmenuzado y el cebollino picado y remueve para que se mezclen bien. Reserva hasta que vaciemos las manzanas.
Lava bien las manzanas y córtalas por la mitad. Con la ayuda de un cuchillo quita el corazón con las pepitas y vacía el resto de la manzana con una cuchara para crear una especie de cuenco. Procura no dejar los bordes muy finos ya que se romperá. La manzana que retires puedes añadirla troceada al arroz.
Pon a precalentar el horno a 200ºC, calor arriba y abajo y prepara una bandeja para el horno con una hoja de papel para cocinar.
Rellena las manzanas con la mezcla de arroz y usa un espray o un pincel para pintarlas con un poco de aceite. Colócalas sobre la bandeja y mételas en el horno entre 15 - 30 minutos, según las quieras más o menos blandas.
Puedes acompañarlas con un poco de salsa cóctel o mayonesa y adornarlas con un poco de cebollino.