15% vol.
Bodegas Delgado Zuleta
D.O. Manzanilla de Sanlúcar.
El acto ha tenido lugar en La Sacristía del Marco de Jerez, en Sanlúcar de Barrameda, una de las mejores reboticas que hay actualmente y que está que se sale, nunca mejor dicho, del propio Marco.
El caso es que estamos viviendo en los últimos tiempos un fenómeno curioso con el resurgir de un selecto grupo de manzanillas en rama - también podemos incluir a González Byass al grupo con su Tío Pepe en rama que sacara hace un par de años - digamos para demostrar que el auténtico vino es el que está en la bota, no el que se embotella tras una serie de procesos físicos, como el filtrado, el clarificado, etc., más o menos agresivos que lo que hacían era convertir un vino de color amarillo dorado intenso en un semitransparente aguachirri que huele bien y sabe bien, pero que cuando pruebas el vino que hay en la bota no tiene nada que ver con el de la botella.
Así que los aficionados, adictos diría yo, estamos de enhorabuena, porque parece ser que se ha encendido la mecha para que cada vez más bodegas embotellen sus vinos casi al natural. Barbadillo, con su Solear en rama, la de la saca estacional (deberían pasar, pero ya, al formato 50cl. - es una opinión), La Gitana en Rama, de Hidalgo-La Gitana, estos apostando fuerte por el formato estandar de 75cl, y ahora Delgado Zuleta, con esta Manzanilla en rama Goya XL. Tres marcas archiconocidas como Solear, La Gitana y La Goya, ahora en versión "en rama".
Volviendo a la protagonista de hoy, Jorge Pascual, Director General de Delgado Zuleta, nos cuenta el por que de este lanzamiento, en plena época de vacas flacas, lo que se explica en principio por una necesidad interna de la bodega, y por el propio auge de este tipo de manzanillas. Esta manzanilla podría tener de entre 10 y 12 años de crianza media, que procede de una selección de botas reservadas muy cuidadas,selección que se hizo hace unos 20 años cuando se mudaron del casco viejo de Sanlúcar a unas dependencias nuevas en las afueras de la ciudad; son una serie de botas muy cuidadas con pequeñas sacas obligadas y rocíos muy leves para mantener el velo casi a modo de cuidados paliativos. Una manzanilla "reposada" como apuntan en la propia botella después de esos años de crianza y más crianza, de cuidados, hasta llegar a la vejez, pero sin ser pasada, ya que el velo de flor permanece siempre más o menos debilitado, pero aportando esa microoxigenación necesaria. Goya XL es una manzanilla de las de siempre, pero ahora es una manzanilla de las de ahora. Aunque Jorge Pascual incide que Goya XL no es una versión mejorada de La Goya, sino que es un vino distinto. Apenas será unas 3.000 botellas que irán principalmente destinadas a vinotecas muy selectas, y clientes preferentes. Goya XL no saldrá mediante sacas estacionales, sino que serán los responsables de la bodega los que decidirán si repiten o no la experiencia en el futuro.
Sin duda, esta acción comercial por parte de una de las bodegas más antiguas de Sanlúcar, fundada en 1744 se puede catalogar como un "si queremos, podemos", en el sentido de que bien por demanda de cierto sector consumidor, un auge como comentaba al principio, y por una existencias de material de primera calidad.
Durante la cata en sí, Salvador Real, enólogo de Delgado Zuleta nos describe Goya XL como una manzanilla auténtica, de color amarillo dorado viejo, pero a la vez es un color muy brillante y vivo. A mí me ofrece una nariz muy punzante, con mucho nervio; con notas salinas muy marcadas, incluso notas ligeramente amontilladas de frutos secos, como de avellanas tostadas,con una cremosidad destacada - lácteos . En boca tremendamente seca, pero es untuosa, mantecosa, muy potente, que va llenándote la boca poco a poco de sensaciones, con dejes finales muy amargos. Es deliciosa.
También participa en la presentación Jose Federico Carvajal, director comercial de Delgado Zuleta, que nos habla del diseño de la botella. Casi de manera fortuíta y a modo de boceto, realizaron el logo con un par de rotuladores que encontraron, y así se quedó. La imágen externa de la botella es muy rompedora, con esa media botella negra de 50 cl. completamente serigrafiada, y con un logo escrito a mano en grandes caracteres. Es moderna, pero a la vez guarda ciertas señas de tradición. Muy acertado trabajo. Enhorabuena a Delgado Zuleta...y que dure!!!