Que el vino me entusiasma, que es mi pasión, que me vuelve loco… no es un secreto, todos lo sabéis. Pero cuando tengo que coger el coche para ir a mi wine-city preferida, se me ponen los bellos de punta, incluso me pongo un poco nervioso por volver a verme con ella, con Sanlúcar de Barrameda. Y esto que digo no es ninguna estupidez, no sólo lo digo yo, os lo aseguro. Dice un refrán que quien va a Sanlúcar seguro que vuelve, por su gente, por sus bodegas, por su “Bajo Guía”, por sus encantos… por su vino, la Manzanilla. Y es que el que ha estado allí os lo puede decir, Sanlúcar tiene un olor especial. No son olores, en realidad son aromas como los de sus Manzanillas, a brisa marinera en bajamar, a flores de manzanilla (de ahí viene su nombre), a levaduras dulces, etc. Este vino encaja totalmente con la personalidad de la ciudad, es el perfume de Sanlúcar que va recorriendo todas sus viejas calles para enamorarte. Este sí que es un vino que sabe a mar, salino, fresco, seco y eterno, impresionante influencia atlántica. Cuando pruebo un vino busco, a parte de su calidad, que me hable, que me cuente dónde nació, cómo ha crecido, en definitiva, que exprese el lugar de donde sale. Y para esto la Manzanilla es única. Entrando en materia, la razón de mi visita a esta ciudad fue la de volver a encontrarme con un gran amigo que lleva al vino de su tierra como estandarte allá por donde va. Su nombre es Rafael de la Cruz, enamorado de su trabajo, gerente y propietario de la página web “Todoagranel”, dedicada a la venta de vinos y productos de la tierra y mar de Cádiz y más concretamente a su pasión… las Manzanillas. Es un hombre inquieto, buscador de nuevos horizontes donde poder desarrollar su actividad, dar a conocer la cultura y los vinos de su Sanlúcar natal. Una de estas iniciativas fue la de crear un centro informativo donde poder dar a conocer a los enoturistas todo lo que rodea a esta ciudad y sus alrededores. Es un pequeño pero ameno local que muestra muchos productos, principalmente vinos, para que los interesados tengan contacto real. El trato es muy personal, familiar diría yo, informándote de todos los acontecimientos que esta empresa crea alrededor de los vinos, lo que se llama ahora enoturismo, vaya. Con relación a esto, creó una empresa on-line con el nombre de “Enotour”, donde se realizan determinados viajes o actividades relacionadas con el turismo vinícola de la zona. Esta iniciativa ha sido un boom en la ciudad, atrayendo a muchos curiosos de todas partes del planeta (incluso a asiáticos) deseosos de probar tan excelentes caldos de personalidad abrumadora. Nada más llegar, me da la bienvenida de la mejor forma posible, con un abrazo y una buena copa de MANZANILLA DE LA CASA de Elías González Guzmán. Una manzanilla proveniente de una selección de las botas de la Reserva Familiar de esta bodega que comercializa, en contadísimas botellas de medio litro, directamente desde la bota, es decir “en rama”, únicamente con una clarificación en frío que respeta todas las virtudes y bondades de este exquisito caldo andaluz. Es la Manzanilla a granel que la bodega servía desde siempre a visitantes y tabancos de la ciudad, que la bodega decide embotellar para que sea disfrutada por un comercio más lejano. Esta Manzanilla, permanece en la solera un mínimo de siete años, llegando casi al punto de “pasada”. En la copa recuerdo colores dorados con vivos reflejos verdosos. Nariz fresca con recuerdos florales y de frutos secos, profunda y salina. En boca, ligera, profunda, grasienta y muy persistente. Sin terminar de espabilarme del disfrute de esta Manzanilla, Rafa saca otra sorpresa. Claro, otra joya vinícola que hace poco ha salido a la luz. Se trata de la última novedad de la Bodega M. Sánchez Ayala, GABRIELA ORO. Una manzanilla “en rama” muy vieja que no llega al punto de pasada o amontillada, pero que por las sensaciones que deja te entrega todo lo que uno pide de una buena Manzanilla… autenticidad natural. Al igual que la anterior manzanilla de Elías González, es una superselección de botas muy añejas de soleras seleccionadas por la familia para el disfrute del resto de los mortales que, por una u otra causa, les sea imposible de probar en su ciudad de origen… ¿un pecado? De color dorado intenso y estructura algo oleosa, nos regala una nariz muy fragante, donde madera y levaduras se funden para regalarnos aromas de una excelente crianza biológica. En boca es redonda, salina y muy persistente. Magnífica manzanilla con mucha personalidad. Ya puestos, y siguiendo el camino de botas y soleras seleccionadas, cómo no, hace presencia la selección de Antonio Barbadillo Mateos, SACRISTIA AB Primera Saca 2012. Esta pequeña botella (37,5cl.) de manzanilla “en rama” recoge la esencia de lo que debe ser una manzanilla de primera línea mundial, después de que Don Antonio haya hecho la selección de las botas que según él poseen las características apropiadas, desarrollando los cambios según la estación del año en la que se produce su crianza biológica. Son sacas que reflejan la personalidad del velo flor durante una determinada estación del año ya que, como en algún post anterior he dejado señalado, la época del año (temperatura, humedad y vientos) determina el grosor y otros aspectos de dicho velo en un lugar en concreto. Son joyitas enológicas que Don Antonio nos regala durante el año. En copa se nos muestra algo denso, con un intenso amarillo dorado viejo, desprendiendo aromas de brisa marinera, levaduras maduras, yodos, frutos secos, etc. La boca es seca, fresca, oleosa, armoniosa, muy equilibrada, con cuerpo… tremenda. A todo esto, tuvimos la grata sorpresa de la visita de otro buen amigo, Jose Augusto (Novena Provincia), bien acompañado por su mujer Pilar, que se acercaron a Sanlúcar para preparar el VIII Encuentro LVG (La Vida Grata) que se celebrará en esta misma ciudad del 5 al 7 de abril del 2013. Y ustedes os preguntaréis ¿qué es eso de La Vida Grata? Pues es un portal de internet donde se valoran vinos y se hablan sobre ellos y todo lo que rodea a este caldo. Esta comunidad lo conforman personas apasionadas por los vinos y la gastronomía que se reúnen mínimo una vez al año para tener un contacto “en persona” y disfrutar de ello. Que más se puede pedir, charlas con amigos que aman tanto al vino como el que os escribe, siempre con una copa de buena manzanilla en la mano.Así que, nos pusimos en marcha y acompañamos a Novena y Pilar a recorrer algunos lugares de Sanlúcar para terminar de concertar los preparativos de dicho encuentro. También tuvimos tiempo para hacer una corta visita a la bodega que tiene Herederos de Argüeso en la ciudad. Tenía ganas de visitar esta carismática bodega situada en la calle Mar, junto a la Iglesia de Santo Domingo en el centro histórico, por sus vinos y su hermosa nave de botas (denominado “casco” en Sanlúcar), especialmente una donde se hayan botas y soleras antiquísimas que guardan vinos especiales para la familia Argüeso, bajo un precioso techo con cientos de años de antigüedad… mucha historia. Esta es la bodega de las afamadas manzanillas Las Medallas y San León, vinos comerciales de una extraordinaria calidad y complejidad provenientes de botas cuya solera es muy antigua. Pero mi intención era probar las manzanillas en rama que esta bodega vende sólo a granel, La “E” y Viruta, de las que había oído hablar mucho y muy bien a Rafael de la Cruz y a Novena Provincia. Son las manzanillas que se venden en los bares y tabancos de la ciudad que se sirven directamente de la bota al vaso. La “E” es una manzanilla más joven y fresca, con aromas florales y salinos, y Viruta es más vieja y compleja, con intensos aromas salinos y a levaduras de calidad. Esta última fue la que más me gustó, así que me llevé 5 litros a un precio increíble (4€/l.) teniendo en cuenta la enorme calidad de estos caldos. Lo que siempre repito, se sigue sin dar el verdadero valor a estos vinos, los únicos en el mundo con nombre femenino… MANZANILLA.Llega la hora de marcharme y despedirme de mis compañeros. Me voy pensando y deseando hacer otra visita a este bello rincón del sur de Europa, para seguir “manzanilleando” por todos los rinconcillos donde sirvan este vino de excelente calidad.Volveré.