Los expertos de la NASA han estudiado las imágenes captadas desde el año pasado por la sonda destinada a la exploración de la Luna. Estas nuevas imágenes, más precisas que las conseguidas hasta ahora, han ayudado a los científicos a determinar con mayor precisión la profundidad y el tamaño de los cráteres, así como su antigüedad, lo que de una forma u otra da pistas sobre lo caótico que debió ser nuestro sistema solar.
En un vídeo anterior se pueden observar los cráteres de más de 20 kilómetros de diámetro iluminados en vivos colores, que ayudan a hacerse una idea de la irregularidad del terreno lunar. Para realizarlo, han utilizado 2.400 millones de fotos hechas con el láser que lleva incorporado el LRO.