La unidad de territorio y urbanismo de la UPC (CSPV-UPC) recoge anualmente un ránking de las áreas metropolitanas que generan más conocimiento en el mundo. Tiene indexadas 70 ciudades (en nuestro caso más bien áreas metropolitanas) por el volumen bruto de publicaciones científicas (aquí la definición que dan de publicación científica que indexan) y las recogen en una tabla fácil de trabajar.
Con estos datos he podido elaborar los siguientes mapas y la siguiente gráfica de barras.
Beijing es la ciudad que más producción científica en bruto se realiza, pero China no es el país donde más investigación se realiza (menos si comparamos en ratio de población), hay 7 áreas metropolitanas que siguen a Beijing en producción científica y que conformarían las 7 zonas más activas (Londres, Shangai, Seoul, Tokio, New York, Boston y París) Barcelona y Madrid juegan en la siguiente categoría, desmintiendo que en España no hay actividad científica relevante. También aparecen muchos micropolos europeos y norteamericanos a diferencia de los focos orientales que son muy grandes pero pocos.
En el mapa mundial se puede apreciar que hay 3 focos principales el del mar de China (el formado por Beijing, Shangai, Seoul y Tokio) el de la costa este de Estados Unidos y las ciudades de los grandes lagos y el de Europa Occidental.
Sudamérica sin ser un erial está bastante alejada de la producción científica europea, y Asia concentra la producción científica en algunos focos de excelencia pero en general es un mal lugar para la investigación fuera del polígono mágico del mar de China.
Estados Unidos se ve dividido en 2 o 3 realidades, costa oeste, zona de los grandes lagos y la costa este.
El mapa de Europa, más complicado de ver a una escala tan pequeña nos aclara algunas cosas.
El eje europeo de investigación por excelencia es el eje Londres – París, con varios polos Madrid, Barcelona, Berlín, Milán, Roma. Pero en generación bruta los británicos superan con creces a los continentales. España no anda mal, de hecho al menos en producción bruta (no está ponderado por citas) está mejor que el resto de países europeos excepto UK.
Hipótesis cuñada de la sorprendente fortaleza investigadora española: Hay que indicar que la fuerza investigadora española existe, está dispersa, pero tiene varios focos. Hago la hipótesis cuñada que la creación de muchas universidades al final ha terminado por generar algunos grupos de excelencia, pero también puede venir ligado a que la contratación de profesores investigadores tiene mucho que ver con publicar en revistas científicas mientras en otras universidades del mundo no viene ligada necesariamente la actividad docente con la investigadora. Como no tenemos la ponderación por número de citas sino solo por producción bruta no sabemos la calidad real de esta investigación, sólo que esta es mucha y logra entrar en revistas indexadas.