Mapuches a Nueva York: radiografía de los grupos que le piden tierras a la política y viajan a protestar contra el boom de Vaca Muerta

Publicado el 22 septiembre 2024 por Adribosch @AdriBoschMarti

  • Esta semana volvieron a cortar rutas y bloquear "basureros petroleros" en toda la región del yacimiento.
  • Le piden al gobierno provincial que terminé el reconocimiento jurídico de varias comunidades.
  • Pero muchos creen que solo quieren dinero y obtener negocios derivados de la explotación petrolífera.

En paralelo con el auge del shale, mientras la cuenca gasífera se ensancha de prosperidad, Vaca Muerta, esa llanura yerma pero sumamente rica, se ve cada vez más repleta de conflictos con pueblos originarios. Comunidades mapuches ideológicamente diversas exigen finalizar un relevamiento de tierras dispuesto por una ley -la 21.160- que parece haber nacido para ser incumplida. Muchas de esas agrupaciones esperan una suerte de "cartografía" de territorios asignados, pero ese diseño al que están comprometidos el gobierno de Neuquén y el Gobierno Nacional, a través del Instituto de Asuntos Indígenas, es probable que nunca se concrete. Los antecedentes así lo indican.

Como todo se demora, y porque para esas comunidades, mientras tanto, la contaminación avanza, esta semana volvieron los bloqueos a los yacimientos del sur del país. Integrantes de la Confederación Mapuche neuquina, un organismo con roce político, salieron a reclamar su parte. A las 8 de la mañana del domingo comenzó una nueva fase del conflicto eterno en la puerta de cinco de los llamados "basurales petroleros" de la región. Piquetes nutridos y el grito de guerra "MariciWei" volvieron a establecer un aire de tensión con la política y con la industria.

La llamada "Zonal Xawvnko" reclamaba una respuesta al Gobierno provincial en puntos vinculados al relevamiento territorial y en cuestiones ambientales. Gilberto Huilipan, uno de los voceros, conversó con Clarín desde la lejanía. El viento interrumpía la comunicación pero el referente conseguía ser claro: "Esta es una medida de acción directa por la salud de nuestros integrantes", expresó.

Mientras hablaba, los suyos impedían el ingreso de camiones cagados de residuos a los basureros. Los mapuches hablan de esos lugares como "zonas de sacrificio" por el daño irreparable que según su parecer provoca la industria petrolera en la naturaleza, pero se sabe que en el fondo el verdadero reclamo es por la adjudicación de tierras. Cuando esas peticiones sean atendidos, es altamente probable que los basurales sigan estando allí. "La medida durará hasta que el gobierno lo decida, cuando nos llamen para hablar, ahí veremos. Pero estamos cansados, no vemos voluntad política de resolver esto", cerró Huilipan.

El gobernador Rolando Figueroa se comprometió a dar una respuesta a las comunidades, como una forma de descomprimir el caso. Patricia Bullrich le pidió mano firme y avisó que enviaría a Añello el Comando Unificado creado para evitar tomas de tierras en zonas de recursos naturales. Llegó a pedir lugar a las empresas operativas en la zona para brindarles alojamiento a los Gendarmes.

Las comunidades mapuches de Neuquén en el bloque a los basureros de Vaca Muerta.

Pero más allá de las derivaciones puntuales del caso, en la política creen que hay sobre todo un ímpetu de oportunismo como pocas veces se ha visto. Lo mismo piensan en el empresariado. Mientras crecen económicamente lugares como Añello, Tartayén y San Patricio del Chañar, se amplifican los reclamos o aparecen nuevas comunidades auto percibidas, sin personerías ni reconocimientos históricos.

Durante la gestión del gobernador Omar Gutiérrez, que terminó en diciembre, dejando en suspenso la implementación de un protocolo de consultas a las comunidades en zonas de explotación industrial, se decía que por lo menos 15 agrupaciones habían hecho acuerdos millonarios con petroleras para que, a cambio de dinero, las dejaran operar. En toda la región se dice que los "mapuches quieren plata" y no personería jurídica o que quieren ser reconocidos jurídicamente para luego exigir negocios a las empresas a cambio de paz social. "Como los indios que manejan los casinos en Estados Unidos", arriesga un funcionario local.

Los integrantes de la Confederación Mapuche dicen que no hay respuestas para sus demandas. Jorge Nahuel, titular del organismo, plantea directamente que eso lleva la zona de Vaca Muerta "a un estado de inseguridad jurídica total". En paralelo, pide la creación urgente del Registro de Personerías (lo que finalmente Figueroa se comprometió a acelerar). Pero también el cierre de relevamientos no concluidos y la mensura de tierras que aún esperan.

También reclaman la aplicación de la educación intercultural en las escuelas de los departamentos de Confluencia, Añelo y Pehuenches, y servicios públicos para los territorios comunitarios. "No queremos la 'saraza' de 40 reuniones que hemos mantenido hasta ayer. No son mesas de diálogo. Son mecedoras para ganar tiempo y acrecentar la contaminación y la exclusión de la población local mapuche y criolla criancera. Solo pedimos que el gobernador Figueroa deje de actuar al margen de la ley y cumpla sus obligaciones de gobernante de todos y no solo de las corporaciones que hoy actúan sin control alguno", plantean a viva voz.

Se amplifican los reclamos o aparecen nuevas comunidades auto percibidas.

Por otro carril, con gran entusiasmo, preparan un viaje al corazón del liberalismo económico: la isla de Manhattan. "En los próximos días nos presentaremos ante la sede de la Bolsa de Valores de Nueva York a denunciar a quienes continúan invirtiendo en una técnica como el fracking conscientes de que genera una muerte física y cultural del pueblo Mapuche y de la población de la región en general", revelaron días atrás en un comunicado. No explican de qué modo se financia el viaje.

Un mundo diverso

En Neuquén hay 63 comunidades mapuches reconocidas, algunas que iniciaron el trámite de relevamiento, otras que lo completaron y algunas que ni siquiera lo comenzaron. Pero hay otras agrupaciones autodenominadas que no están inscriptas en ningún lado. Tan solo con una proclama y por la mera presencia física sobre las geografías consiguen ser gravitantes y son capaces de bloquear proyectos de cualquier calibre. La mayoría espera por la implementación del Registro de Comunidades y también por la aplicación del protocolo de consultas. Quieren levantar la mano para dejar pasar o no a cada petrolera.

Mientras tanto, aparecen casos como el de la Pu Lof Fvta Xayen, que mantiene un "resguardo" a la espera de ser registrada (pese a que no cumplen con los requisitos) en el campo de una familia de apellido Galván. En medio del boom del shale, otras familias se separan y crean de la nada nuevas "comunidades" sobre tierras que dicen pertenecerles. La familia Mardones, por ejemplo, se fue de la Confederación Mapuche por no sentirse representada. Pero otra parte de esa familia se quedó en los campos y se proclaman, sin papeles, nativos del lugar. Así, los casos se suceden cada uno con matices diferenciales.

Una imagen de Vaca Muerta.

Al cierre de esta nota, otra comunidad, la Paynemil, cuestionaba el acuerdo que firmó el gobernador Figueroa con referentes mapuche para lograr que se levanten los bloqueos en Vaca Muerta. Pedían una reunión para que les dieran precisiones sobre las personerías jurídicas que se comprometió a registrar el gobierno y denunciaban ellos mismos a sus hermanos mapuches: decían que las medidas de fuerza de la zonal Xawnko habían sido "una extorsión". Amenazaban, al mismo tiempo, con el inicio de una nueva protesta en Loma de la lata, el otro yacimiento de la región.

Un dato ineludible es que la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, que empezó con una protesta de comunidades en la zona de TartayÄ—n que no pasó a mayores, expuso un agrietamiento ramificado y total: no todas la agrupaciones piensan igual, hay mapuches enlazados al gobierno, hay mapuches involucrados con la explotación petrolífera y hay otros que nada quieren saber con ninguna forma de proyecto productivo basado en la explotación de la naturaleza. Los vientos liberales de cambio y la abundancia de recursos han creado un escenario inmejorable para Vaca Muerta. Está a la vista y es promisorio. Pero se oyen los gritos de la conflictividad incesante. La misma historia de siempre, pero quizás ingresando en una fase de mayor fiereza.

Fuente: Clarín