— ¡Mari! ¡Mari! ¿Se puede saber con qué sueñas? No sé que dices de una manguera, un surtidor y una cajetilla de tabaco. Pero, ¡si tú no fumas!¡Dios!, estaba en plena pesadilla. ¿O comenzaba ahora? Porque el verdadero problema seguía ahí, ¿qué escribir? Tiene que ser el colmo de la originalidad.
FIN