Mar i Vent de Javier de las Muelas y Paradores.

Por Baco Y Boca @BacoyBoca

Javier de las Muelas es un empresario que está instalado en medio mundo, incluído Aiguablava, en Begur. Mar i Vent Restaurant & Beach club de Javier de las Muelas nació en 2014, después de un acuerdo con Paradores de Turismo y forma parte de este medio mundo donde Dry Martini tiene presencia de una forma u otra.

Desde entonces, cada temporada veraniega abren y ofrecen en Mar i Vent una carta fresca y veraniega, con platos elaborados en su mayoría con productos locales y pescados del día. Algo más que un chiringuito, en Mar i Vent los platos están pensados para ser maridados con los combinados del polifacético rey de los cócteles.

Cada mes de Junio se ponen en marcha. Los días más calurosos del año son sus aliados para cubrir los tres meses más fuertes, en los que los días punta, la jornada empieza a mediodía y ya no acaba hasta la madrugada. Nosotros aprovechamos los últimos días para visitarlos antes de su cierre que este año es el 11 de septiembre. Nos sentamos en su terraza, y con vistas al mar, empezaremos con unos entrantes antes de la Fideuà que será el plato principal.

Empezamos con un "Pescaíto frito", en esta ocasión boquerones. Bien servidos, limpios y sin cabeza para que los más escrupulosos puedan comerlos sin problemas. Eran de buen tamaño y la fritura crujiente y nada aceitosa. Solo echamos de menos un poco más de sal, aunque se corrige con los saleros que tienen en sus mesas. No olvidemos que es una cuestión de gustos y con la sal no hay que arriesgarse.

Una Ensalada de Tomate de Figueres, Ventresca de atún y Cebolla Cop de Puny. Ya aliñada en su punto, el tomate era carnoso y la combinación idónea para lucir cualquier un buen producto ya que es un plato prácticamente sin manipulación. En este caso, muy bien utilizado.

Unos Mejillones al Vapor para los que, como el rascar, todo es empezar. Buenos, de roca y con un sabor a aceite de oliva que me hace pensar que fue el toque final, añadido en crudo aportaba lo justo: distinción. Seguimos con unas "Papas arrugás" con sus correspondientes boles de la salsa imprescindible que siempre las acompañan: mojo verde y mojo picón. Bien envueltas en sal (aquí no fue escasa) y con su piel, estaban muy buenas.

Las papas arrugás es un plato típico de las Islas Canarias que últimamente ha saltado como noticia, ya que han sido elegidas como una de las siete maravillas gastronómicas de España. No es un plato fácil de encontrar por aquí, así que si podéis no dejéis de pedirlo, vale la pena. Para acompañarlo todo, un imprescindible Pa de vidre con tomate.

Un lugar como este pide a gritos una paella o una fideuà. Aunque los pescados a la parrilla que vimos en otras mesas tenían muy buena pinta. Nos decantamos por lo segundo. Mientras que tomábamos los entrantes la hicieron, de esta forma los tiempos fueron bien encadenados.

Llega la fideuà que, como pasa normalmente en estos platos, es para dos y comen cuatro. Con sepia, gambas, mejillones, cigalas y curiosamente algún trozo de costilla y salchicha que seguro que ayudó al buen fondo que tenía. De hecho la tomamos sin all i oli. Digo esto porque pienso que el esta salsa, aunque le sienta fenomenal, no deja de ser un buen recurso para aquellas ocasiones en que deba disimularse la insipidez. No lo echamos de menos.

Fue una comida completa con un par de copas de Xarel·lo Segura Viudas.

No tomamos postre, la comida nos había dejado satisfechos aunque vimos la carta y no faltaba ninguno de los clásicos de chocolate (brownie o coulant), espuma de crema catalana y helado de Sandro Desii. Todos seductores, pero hubiera sido gula.

Un entorno único les acompaña e inspira en esta experiencia gastronómica: en el corazón de la Costa Brava, de la que poco podemos decir. Las vistas a la Platja d'Aiguablava son espectaculares. Mar i Vent Restaurant & Beach club By Javier de las Muelas es una terraza privilegiada en medio de una pineda donde el tiempo se hace elástico. No es económico, el producto es de primera calidad y todo lo que le rodea, no tiene precio. Un día es un día.

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