Pensamos que sería tan sencillo como partir de la misma receta que las normales, pero sustituyendo los ingredientes por unos sin glúten. Ilusas de nosotras!! Aquí os dejamos este post, para que aprendáis de nuestra experiencia.
Suponíamos que comprar los ingredientes sería lo más complicado, pero los encontramos fácilmente en el Supercor o el Mercadona, que tienen muchos productos especiales para celíacos. Seguramente en otras tiendas también los tengan, nosotras simplemente no buscamos más...
Y una vez tuvimos la materia prima nos las prometimos muy felices... pero lo cierto es que ya al amasar notamos la diferencia: la masa pide más harina que en el caso de las normales, y tuvimos que aumentar un poco la cantidad (a ojo). Bueno, no pasa nada, obstáculo superado...
Así que, tras varios intentos fallidos, terminamos haciendo simplemente bolitas, que en el horno se iban aplastando y finalmente quedaban como galletitas pequeñas.
Y he aquí el resultado... Estéticamente no son espectaculares, pero de sabor no tienen nada que envidiar a las normales. Que aproveche, Alfonso!!