Maratius Fusión Festival Maracena

Por Luzcarrion @luzcarrion

Lunes, lunero, cascabelero…

Ayyy, qué fin de semana más bueno hemos tenido. Primero, porque ha venido a visitarme “La Pegatinas”, que es otra amiga desertora que tengo (algún día os hablaré del grupo de las desertoras), y segundo, por el simple hecho de llamarse fin de semana, tiene que ser bueno, por narices.

Hoy no me voy a enrollar mucho con mis neuras mentales que el viernes estuvimos en el Maratius Festival de Maracena (Marahena para los amigos) y hay muchas cositas que contar:

Llegamos un poco tarde y es que nos encanta entretenernos por el camino, que si vamos a casa de no sé quién, que nos tomamos una cerveza en no sé dónde, que ¡uy! no hemos cenado, en fin que llegamos sobre las 11 al Anfiteatro de Maracena y nos perdimos los dos primeros grupos, pero no pasa nada, habrá más oportunidades seguro. Sin embargo, llegamos justo a tiempo de ver a Fausto Taranto, Sonido Vegetal y Eskorzo.

La verdad que un poco de decepción en cuanto al público asistente, muy poquita gente y no llego a entender porqué, las entradas eran baratísimas, 7 euros anticipada y con una “consumición”. Consumición, entrecomillada, porque fue la segunda decepción de la noche, los refrescos en general y la cerveza en particular un poco caros, teniendo en cuenta, que era un vasico muy normalico a 2 euritos y sin tapa, que los bocatas iban a parte, y estaba aguada. Sí, nos damos cuenta de esas cosas….

Ya, con todo preparado, cerveza en mano y cámara en la otra, comienza Fausto Taranto, el nuevo proyecto de Paco Luque (el de Hora Zulú) una banda muy metálica junto a un cantaor de flamenco, mezcla explosiva donde las haya. Y venga meneo del Rasta (Quini Valdivia), que por cierto, ¿para cuando un muñequito del Quini para el coche, a lo Elvis, pero con movimiento de cabeza? (ya te digo yo que te compraba, eres lo más de lo mejor). Y ese cantaor, que no me paró de llorar en todo el concierto, no se si era la emoción, porque el Ihmaele de la Torre, que así se llama, nos enseñó todo lo que tenía dentro, ¡se lo vi todo!, no penséis malamente (marranetes), que me refiero a su interior, a su alma, que lo agarraba con las manos en cada quejío para arrojárnoslo a los que estábamos abajo mirando con la boca abierta. ¡Tú si que molas!, gritó más de uno y de una, que yo lo vi, como se hacían las nenas pedazos por acercarse al melenas para que les cantara al oído.

Fausto Taranto. Ihmaele dándolo todo por el pueblo.

Momento Pelo Pantene por Quini Valdivia:

Y después de una actuación apasionante, porque sobre todo era pasión lo que mostraron los Taranto, llegó la sorpresa. Y digo sorpresa, porque había visto cientos de veces el nombre de Sonido Vegetal en carteles de conciertos y festivales en toda Granada, pero nunca los había escuchado, pero de esto que te suenan, que te dicen: – Oye, ¿conoces a los Sonido Vegetal?. -Si, claro, claro, esos tocan mucho en Graná. Pero nunca los había oído….

Pues eso, imagínate que salta al escenario un grupo de hombretones enseñando más cacha que otra cosa (eso de que vayan enseñando cacha pues ya le motiva a una, no voy a mentir…) con unos sombreros raros y piensas, locos parece que están, así que unas risas nos echamos, por lo menos. Y empieza la música y el culete se te empieza a mover solo y al instante, los pies comienzan a despegarse del suelo y de repente, así por arte de magia, te ves dando brincos de un lado a otro de la pista, que parecía grande, pero se queda pequeña, doy fe. Y no paras de moverte durante todo el concierto, ni de saltar, ni de partirte de risa, ni de dar vueltas sobre ti misma, una LOCURA, en mayúsculas. Vamos, que fui brincando al puesto del merchandising a comprarme el disco, que esto me lo pongo yo para correr (ahora que me estoy haciendo una chati-runner) y me pongo buenorra en una semana y sin enterarme.

Sonido Vegetal

Y cuando quise darme cuenta, me vi corriendo a por cerveza, aunque estuviera aguada, porque estaba deshidratada, y pensé, madre mía, que todavía queda Eskorzo, verás tu que meneo, a ver quien me lleva para mi casa, pero mis preocupaciones desaparecieron cuando vi a la cruz roja allí al lado, Yes We Can.

Pues nada, que después de una larga espera, porque se hicieron de rogar los condenados, sale el Tito Tony (como diría “La Pegatinas”) junto a los demás; y empiezan dale que te pego con los clásicos que saben que nos molan cantidad. Y que empezamos todos a cantar, porque nos sabemos las letras, y un poco de meneo por aquí, un poco por allá, venga las camareras a repartir chupitazos a los del grupo y yo pensando, verás tu como acabamos hoy; y unos saltitos del Pruden (que también te hacía un muñeco y te compraba) y ese Jimi, partiéndose la caja, como siempre (qué feliz es este muchacho). Y los bailes del Tito Tony con la pierna izquierda y luego con la derecha, y ahora me subo a la plataforma de los percusionistas, porque ellos si que molan; y hoy lo digo en público, ¡Zeque eres un monstruo de la percusión! Y venga que me voy, que nooooo, que era mentira; y te canto otros dos temazos para que te vayas agustico a la cama.

Eskorzo

Y si, me fui agustico, al día siguiente mis gemelos se acordaban de todos ellos, sobre todo de los de Sonido Vegetal (ya estáis fichados) ;)

Y desde aquí hago un llamamiento a la humanidad, porfa please, a ver si visitamos más festivales, que son la alegría del verano.

Todo Se Queda En Granada