Se que esta entrada debería haberla publicado la semana pasada, pero no pude y después otras entradas la han desplazado, también soy un poco caótica y por lo tanto no tengo a mano todos los títulos al completo, pero me vais a tener que perdonar, porque si no esta entrada no verá nunca la luz. Y ya que he tardado tanto y tengo varias cositas en mente que me gustaría compartir aprovecharé al máximo esta entrada.
La maratón me ha salido mejor de lo que esperaba, cuando Laky me expuso la idea, le comenté que me esperaba un mes de agosto complicado, que cinco libros para mi eran una locura, pero ella me dijo que por intentarlo no perdía nada. Después de dos años en el paro y sin encontrar ningún trabajo el estar en las bolsas de trabajo de Correos me ha abierto de nuevo las puertas al mundo laboral. Agosto me esperaba trabajando y en una oficina tan céntrica que aparcar era complicado.
Ante mi se abrían varias disyuntivas, la comodidad o la economía, y lo planteo así, porque en el mes de agosto se quitan tantos trenes que perder uno significa esperarse una hora al siguiente. Pero como la economía en los tiempo actuales manda, al final viajé a mi puesto de trabajo en tren, de ahí que el mes haya sido más prolífico de lo que esperaba en cuanto a lecturas, ya que solo podía coger el libro en mis periplos viajeros.
Comencé el mes terminando uno de los libros que tenía en esos momentos entre manos y que no cuento para esta maratón porque lo único que hice fue finiquitarlo, Tiempo de arena de Inma Chacón, pensaba acometer a continuación la lectura de El error azul, de Javier Lorenzo que ya había comenzado a leer, pero me di cuenta que ambos libros se eclipsaban y que mejor retrasaba la lectura del último para darle su momento de gloria.
Comencé mi maraton con El bufete de Borja Martínez Echevarría, una novela que ganó el Premio Abogados de novela 2012 y que espero reseñar en breve.
Tras esta lectura me adentré en otra de la misma editorial El club de los filósofos asesinos, de Julio Murillo que me sorprendió muy gratamente, y que os recomiendo encarecidamente.
Ya que estaba puesta en novela con tintes negros seguí inmersa en ellos para leer una novela por la que apostamos mi hermana y yo en el circulo de lectores y que para ser sincera me decepcionó mucho, no le vi en ningún momento la gracia (aunque no es un libro de humor) y además llegó a aburrirme por momentos. Alex de Pierre Lemaitre
Después de tanta crueldad necesitaba una lectura más optimista, con más luz y me adentré en el mundo de Cuasi en Una niña estadísticamente feliz, que disfruté como una enana.
Era hora de retomar la novela histórica, pero con una pizca de thriller y me sumergí de lleno en la lectura de El escalón 33 de Luis Zueco que me trajo muy buenos recuerdos de mi etapa estudiantil....
Y imbuida por la magia de lo negro, la intriga y el misterio me volví a zambullir dos días antes de terminarse el mes y en plenas fiestas patronales en la lectura de El susurro de los muertos de Simon Beckett que de nuevo hizo mis delicias, aunque tengo que reconocer que lo terminé el día 3 de septiembre.
Más propicio el mes de agosto de lo que esta siendo el mes de septiembre que sigo con el mismo libro a cuestas, pero es que los viajes los aprovecho menos y tiempo fuera de ellos a penas me queda.
Una vez hecho el recuento las reseñas irán llegando poco a poco, reconozco que no se si me he dejado algún libro fuera, porque mis ejemplares están en la playa y el ordenador en el mismo sitio que siempre, si alguno se ha descolgado lo añadiré más adelante.
No creo que esta semana haya BBF porque sigo con la lectura de El error azul, libro que estoy disfrutando enormemente y que avanza muy lento, puede decirse que estoy paladeándolo, sin embargo intentaré aunque sea a ultima hora escribiros algunos fragmentos que me han impactado.
Por otro lado, y después de solicitarlo varios blogueros por activa y por pasiva he quitado la verificación de palabras, no evitaba que se colara el spam y la verdad es que a mi también me es bastante molesta en otros blogs, así que he decidido ser consecuente.
Y por último me gustaría hacerme eco de una iniciativa que parte del blog de Kayena. La reseña del mes y que pienso que ella os explicará mejor que yo. Así que voy a limitarme a lamentarme por no poder participar este mes, puesto que las reseñas han de ser literarias y publicadas el mes anterior, o sea agosto y yo andaba en desconexión y animaros a que participéis en esta iniciativa porque puede ser una experiencia gratificante para todos, siempre que valoremos sin dejarnos llevar por amiguismos y seamos sinceros en nuestros votos.
Y ya nada más, quiero ir colgando reseñas las próximas semanas pero la verdad es que me cuestan mucho de redactar y no dispongo de tiempo de corrido, que es como a mi me gusta sacarlas si no me paso la vida haciendo cambios y al final no terminan de convencerme. También me gustaría escribir un par de entradas que me rondan la mente desde hace unos días, pero ya veremos en que termina todo, de momento sigo en la playa, currando y dedicando la mayor parte de mi tiempo libre a acondicionar de nuevo mi vivienda para el otoño, supongo que me queda una semanita playera y después habrá que hacer mudanza de nuevo, por lo que cuento con estar liada hasta octubre