Maravillas secretas del sur de Cantabria

Por Pablosolorzano

La parte sur de Cantabria, alejada del mar y metida entre montañas y bosques, también tiene mucho encanto y, es más, diría que es una Cantabria casi secreta ya que la mayoría de gente que visita esa Comunidad Autónoma suele quedarse, sobre todo, en los bellos pueblos costeros. Esta vez me atrajo la idea de explorar un poco más esa zona. 


Si bien ya en la entrada anterior había visitado por el sur una villa tan bonita como Bárcena Mayor (ver enlace aquí), esta vez la idea era ir un poco más allá y encontrar verdaderas joyas, y vaya que las encontré: desde un misterioso y solitario castillo medieval, el sitio en donde nace uno de los ríos más icónicos de España, una antigua ciudad romana, una iglesia románica llena de figuras eróticas (¡!) y otra casi sumergida en medio de un embalse. En fin, mucho por ver….

ARGÜESO: DE CASTILLOS Y TORRES

Para llegar a este lugar hay que tomar, desde Santander, la A67 hasta Reinosa, uno de los municipios más importantes de esta zona sur de Cantabria. El trayecto dura 1 hora. Y desde Reinosa a Argüeso son unos 15 minutos, más o menos. 

Y allí, en lo alto de una colina, como escenario de una de esas películas de guerra inspiradas en la historia medieval, en donde un ejército intenta locamente tomar un fuerte que es, a su vez, defendido por unos desesperados y valientes hombres, se ubica este gran castillo el cual fue justamente eso, una edificación militar gótica que controlaba el paso desde Castilla a la costa. Sus dos enormes torres fueron levantadas entre los siglos XIII y XIV y luego se unieron con el gran cuerpo central. ¡Ah, bendito Bécquer! Tú y tus leyendas románticas que leí enloquecido en la adolescencia y que me hablaban de fantasmas y amores trágicos en medio de campos yertos y castillos y ruinas con tal encanto que me hacían desear poder estar algún día en tu España  ¿cómo no sentir realidad hecha el viejo sueño al estar aquí?



Lamentablemente, cuando llegué, el edificio estaba cerrado, cosa que en verdad lamento pero entiendo que sí se puede visitar por dentro y que la experiencia bien vale la pena. Te pongo algunos datos útiles abajo.  

FONTIBRE: DONDE NACE EL GRAN EBRO

Desde Argüeso se necesitan menos de 10 minutos en carro para llegar a Fontibre. Hacía allí fui para continuar la exploración por el sur de la gran Cantabria. Y es que tenía ganas de conocer el  Nacimiento del Río Ebro, de allí que el pueblo se llame Fontibre que proviene del Latín Fontes Hiberis o Fuente del Ebro. Localizado en un espacio realmente espectacular y muy tranquilo, rodeado de un bosque de hayas y chopos, mana desde el subsuelo, tan pacífico y tan ligero, uno de los ríos más largos de España. Quién diría que lo que no es más que una corriente delicada se convierte después en un poderoso y caudaloso río conforme cruza España. 

Precisamente cerca del  manantial en el que nace el Ebro hay una columna de piedra en cuya cima se ha puesto a  la Virgen del Pilar y en el fuste están tallados los escudos de las provincias por las que el río pasa hasta dar en la mar, que es el morir, como ya lo escribió el poeta Manrique a quien nos hizo leer mi profesora de secundaria, junto a Bécquer… ¡nunca dejaré de agradecérselo! 

También vi una especie de hornacina que contenía la imagen de la Virgen del Pilar a la que en agradecimiento por algún favor concedido le habían puesto muchos exvotos y carteles. Cosa curiosa esta que en el nacimiento de un río se coloque una imagen religiosa, lo que me hacía recordar algo que leí sobre la costumbre de los antiguos romanos de asociar lugares como este (el nacimiento de un río, por ejemplo) a ciertas divinidades. Los años pasan, los dioses cambian, pero el pensamiento mágico religioso sigue siendo el mismo. 


SAN PEDRO DE CERVATOS: ERÓTICA ESPIRITUALIDAD

Volví a Reinosa para retomar la carretera con dirección sur pues a 5 kilómetros se encontraba San Pedro de Cervatos: allí me esperaba una joya del románico bastante peculiar…

Maravillosa y firme, y revestida de unas tonalidades rojizas por el color de la piedra con la que fue hecha, se ubica en lo alto del pueblo la iglesia que le ha dado fama a la villa pues varios la han denominado “ la Catedral del románico erótico español”. ¿Catedral erótica? ¿Tal cosa es posible? ¡Sí!

Pero en este edificio del siglo XII lo que hay que contemplar primero es  su gran portada abocinada  en donde llama la atención sus seis arquivoltas. El tímpano está ornado con una delicada filigrana y un conjunto de felinos (¿leones?) que acercan sus cabezas. También resaltan en la portada las imágenes de personajes relacionados a la historia bíblica. 







Pero lo que más llama la atención, sin duda, son los motivos eróticos y animales fantásticos que penden de unos canecillos y metopas. Hay tal cantidad de escenas sexuales que uno pensaría que fue hecho más para aleccionar a la gente en cómo deberían ejercitar toda su potencia sexual: ya hay hombres y mujeres  mostrando sus sexos o copulando, máscaras y bestias que también copulan, mujeres pariendo, y muchas otras escenas muy explícitas. Ojo, no es la única iglesia del románico donde esto sucede pero quizás la de Cervatos es la más famosa.




Ahora bien, ¿por qué se hizo algo así en una iglesia? Difícil saberlo. Puede haber sido una caricatura, el reflejo de la vida misma, una advertencia por abandonarse a los placeres del cuerpo, una motivación para que la gente empiece a procrear, o tener alguna relación con la festividad del carnaval en donde todo está permitido hasta que hay que conmemorar las fiestas de pascua y renovarse. Esta última explicación se basa en el hecho de que también aparezcan contorsionistas, personajes con máscaras de animales, músicos, gente que bebe y más. 



Como ves, pese a ser explícito todo aquí es al mismo tiempo enigmático. Igual es una experiencia distinta conocer algo como esto. Volví a Reinosa a descansar, al día siguiente aún quedaba un par de lugares más en esta zona del sur de Cantabria por explorar

Era hora de retornar a Santander y decidí no hacerlo por la vía rápida sino más bien dar una vuelta por el embalse del Ebro ¿Por qué ir por un lugar por donde el viaje se haría más largo? Por simple amor por la novedad y la aventura y es que por esa ruta encontraría dos lugares que complementarían a la perfección esta exploración por la zona sur de Cantabria.

JULIOBRIGA: ROMANOS EN CANTABRIA

Plinio, “el viejo”, diría que esta era la ciudad romana era la más importante de la Cantabria romana. Y sí. Es que en Cantabria es un buen resumen de la historia de España, empezando nada y nada menos con la época de las cavernas en donde podemos encontrar registros de maravilloso arte rupestre. 

La huella que dejaron los romanos en esta zona del país es imperecedera. De hecho este sitio se llama así en honor al gran Julio César, ni más ni menos, y marca un momento histórico trascendente: la victoria del Imperio sobre los aguerridos cántabros. 

La estratégica ubicación de esta gran ciudad le permitía controlar el tráfico entre el mar cantábrico y la meseta del Duero por lo que fue considerado uno de los lugares más estratégicos del Imperio alcanzando su cénit a finales del siglo I hasta que desaparece en el siglo III. Lo que queda ahora son justamente los restos de esa importante urbe: evidencias de lo que fue un foro, las casas y residencias, cabañas, etc. 




La universidad de Cantabria, donde tuve la dicha de estudiar, se ha encargado desde hace más de 40 años de la excavación y el fruto de ese gran trabajo se nota con creces. El director de esas excavaciones el profesor José Manuel Iglesias de quien recuerdo aún sus clases de Epigrafía en la maestría. ¡Qué manera de abrir el mundo hacia el latín y hacia esos códigos grabados en piedra que nos mandaban mensajes desde un pasado remoto! 

Sobre la zona en la que se ubicaba el foro se construyó (buscando sacralizar ámbitos paganos, seguramente) otra joya del románico: la iglesia de Retortillo, del siglo XII. Lo genial de este edificio es que está muy bien conservada y no hay a su alrededor nada por lo que la podemos ver sola en toda su plenitud. 

El ábside del templo es de una perfección simétrica. En su portada principal se ven representados un felino y un grifo que juntan sus extremidades (¿estarán peleando?, ¿será un león de Judá, o sea Cristo, que lucha contra un monstruo maligno?), y sobre ellos un par de ángeles que cargan una cruz. Es posible que todo sea un símbolo de protección. Y no hay que perderse la posibilidad de subir a su espadaña y ver de cerca sus viejas campanas. No recuerdo una experiencia parecida en ninguna otra iglesia cántabra. La subida vale la pena porque desde allí se tiene una gran perspectiva de la vieja Juliobriga. 




Tuve la suerte de conocer la iglesia por dentro y de nuevo me sorprendí con la maestría con la que los artistas del románico solían trabajar los capiteles. Y es que en el presbiterio se pueden ver unos muros unos arcos de medio punto sostenidos por columnas en cuyos capiteles se observan extrañas y bellas representaciones: unos seres con cabeza de ave y cuerpo de felino o dragón que se abrazan, o un hombre rodeado por leones que han puesto ya sus garras en el pobre ser (¿alusión a Daniel?).







En el arco triunfal no te pierdas un capitel del siglo XII que está considerado entre lo mejor del románico cántabro: en él verás una batalla de dos caballeros, uno con cota de malla que parece representar a los cristianos y el otro con ropas más ligeras que, según algunos estudiosos, sería un musulman. La obra es de mucha belleza.

VILLANUEVA DE LAS ROZAS: LA INUNDACIÓN

Las gratas sorpresas no se acaban en esta zona de Cantabria. Dejé “Roma” y tomando la carretera que bordea el embalse del Ebro llegué hasta Villanueva de las Rozas. Lo que se ve desde el camino no es un lago natural sino más bien un gran embalse. Nunca había visto uno de tal tamaño. Hay a lo largo de sus costas campings donde la gente viene para disfrutar de este bello sitio y observar aves pues es un lugar perfecto para eso. 




¿Por qué vale la pena hacer un alto aquí? Pues para conocer la iglesia de Villanueva de las Rozas. O lo que queda de él. Y es que la construcción de este embalse inundó iglesias, casas y otros edificios. Esto quiere decir que bajo las aguas hay toda una población. Queda como evidencia la torre del templo que emerge de las aguas y a la que se puede entrar a través de un puente. Es una experiencia alucinante. Nunca habría podido imaginar que se pudiera entrar a una iglesia que estuviera medio inundada. 




Para acabar la aventura por el pantano del Ebro ¿por qué no ir hasta la otra orilla del pantano hasta llegar al Carloto a pedirse una contundente fuente llena de queso, morcilla, jamón, anchoas, pan y vino? Y es que en Cantabria se come muy bien. 

Como ven la zona sur de Cantabria guarda arte, historia y buena comida. No dejen de visitarla. 

¡Nos vemos en la ruta!

DATOS ÚTILES

INFORMACIÓN DEL CASTILLO DE ARGÜESO: 

Horarios:

Mientras dure el estado de alarma, el horario será de 10 a 15 horas de lunes a domingo

-Del 1 de noviembre al 31 de marzo: de 10.30 a 14.00h y de 16.00 a 17.30h.

-Del 1 de abril al 31 de octubre: de 10.30 a 14.00h y de 16.00 a 18.30h

(DEL 16 DE JULIO AL 31 DE AGOSTO: DE 10.30H A 14.00H Y DE 16.00H A 19.30H)

​Precio de la entrada:

* Entrada individual: 2 euros (a partir de 3 años, incluidos)

* Entrada reducida (grupos de más de 15 personas): 1.50 euros

​Les dejo el enlace por si desean seguir la ruta

https://www.google.com/maps/d/edit?mid=1ENm1ZsLEEtQwptEfs0eKvaksTyieNs_r&usp=sharing