Poesía inédita de Luis Hernández Alfonso, escrita pensando en su esposa, María de los Dolores Rodríguez Cárdenas (1898-1994), y fechada en la Cárcel de Baza el 1 de junio de 1939. Su manuscrito autógrafo se conserva en el archivo familiar y ha sido fotografiado por la profesora Aurore Ducellier, a quien va toda nuestra gratitud.
¡Maravillosas noches – las del pasado estío!
Hablaban quedamente – tu corazón y el mío.
Nos escuchaban solo – las flores del jardín.
Tu voz fundía el hielo – de mi melancolía
y el aura silenciosa, – serena, nos traía
olor de hierbabuena[,] – de rosa y de jazmín.
Rompían la negrura – del cielo las estrellas
(las veo cada noche – pero no son aquellas)
y brillaba, perdida – en el monte, una luz.
Convertida en Ariadna – de un herido Teseo,
con la suave ternura – de noble Cirineo
del peso me aliviabas – de mi terrible cruz.
Fuiste agua en el desierto – y calma en la tormenta;
un refugio apacible – en la lucha cruenta;
miel entre la amargura; – en el caos, quietud…
Por ti —por la caricia – que vive en mi memoria—
mi triste vencimiento – se convirtió en victoria
y todavía dura —por ti— mi juventud.
Cárcel de Baza.
1-VI-39.
Fotografía: Aurore Ducellier.