Siempre he sabido que el Parque del Laberinto tiene algo especial. Desde que mi padre me llevó a los diez años para hacer fotos - es el recuerdo más antiguo que tengo del laberinto - ha sido uno de mis rincones favoritos.
Pues bien, hace unos días, Marc me llevó allí a dar un delicioso paseo entre la vegetación, las estatuas y las fuentes de agua para darme la sorpresa de proponerme matrimonio!!
Yo ya sabía que mi chico es genial, pero lo cierto es que se curró la sorpresa como un campeón -que yo soy muy difícil de sorprender, ¿eh?-
Había por allí un par de familias con niños correteando por todo el parque, y me daban ganas de pararlos a todos para decírselo y enseñarles mi anillo :)
Estamos muy pero que muy contentos y felices, aunque ahora se nos presenta el reto de encontrar la forma de comer todos los días y pagar un pisito xD Sí amigas, somos dos enamorados felices en medio de la crisis, pero tenemos la confianza de que encontraremos el trabajo que necesitamos para hacer este sueño realidad en las fechas que tenemos pensadas - se aceptan ofertas ;) - Y sí, con la que está cayendo casi casi nos hace falta un milagro. Pero resulta que ambos creemos en esas cosas :)
Aunque todavía no lo tenemos, pensamos en ello a menudo. Soñamos con un trabajo y un pisito cerquita de Barcelona, y nos atrevemos a fantasear con la idea de que cualquier día de estos podremos empezar esa etapa nueva y llenarla de aventuras cada día... pese a lo que digan los datos del paro...
Y... ¿me atreveré a preguntaros? Venga, me atrevo. ¿Sabéis de un buen milagro para nosotros?
¡Que viva el amor!
besos,
Laura.