Marcas de helados típicas de los 80 y 90 que dejaron de existir (Parte II)

Por Juan Carlos Fernández

Miko

La historia de Miko es una de las más curiosas del sector de la alimentación. La Miko original se fundó en Francia por el español Luis Ortiz en 1945 para la producción de helados. Paralelamente, en  los años 70, unos empresarios españoles fundaron en España una empresa de helados con el mismo nombre e imagen que la francesa. Por contrario a lo que podría parecer, la Miko original no se opuso, sino que les dejó continuar a cambio de controlar un 25% de la compañía.

Uno de los primeros bombazos de Miko (la española) fue el helado Patapalo lanzado a finales de los 70, que traía como novedad los Mikopremios. Ya en los 80 Miko comercializó sus grandes e inolvidables helados que siempre recordaremos como el Mikoboy, Mikolapiz o Mikojet, sin olvidar sus sabrosos helados de cucurucho.

En 1988 la Miko española es adquirida por el entonces Banco BBV y en los años siguientes nacen nuevos helados míticos como el incombustible Pirulo si bien, en 1995, el BBV vende su participación en la heladera a la multinacional Nestlé. Se dio la circunstancia de que en 1993 la Miko francesa había sido comprada por otra multinacional rival, Unilever, por lo que Miko se vendía en Francia por Unilever y en España por Nestlé, dándose también la circunstancia de que Frigo, máxima competidora, era propiedad a su vez de Unilever en España.

Desde entonces Miko fue parte de la cartera de productos de helados Nestlé, que ya contaba con Avidesa y Camy (posteriormente los fusionó y desapareció Avidesa) hasta que, en 2003, Nestlé decidió reorganizar todas sus marcas de helados para conservar sólo una marca, Helados Nestlé.

Frigo

Frigo comenzó su andadura en los años 20, concretamente en 1927, siendo una de las pioneras en España de helado industrial, produciendo en un principio yogures y otros alimentos congelados.

Como sucedía en la mayoría de empresas de helados, hasta los años 70 su cartera de productos no era demasiado sofisticada, destacando básicamente los cortes, tarrinas de helados, algún cucurucho y escasos polos (los Popeye). Esta escasez comenzó a cambiar a partir de 1973, año en que Frigo fue comprada por la multinacional Unilever, bajo la cual pronto se empezaron a fraguar ciertos cambios, así como a potenciar el área de desarrollo de nuevos productos.

Efectivamente, con la entrada de Unilever se comenzaron a sacar nuevos helados al mercado, muchos de ellos convertidos en grandes iconos de nuestra niñez. Así, a finales de los 70 se lanzó el Minimilk y el mítico Drácula. Ya en los 80 se amplió la carta de helados con el Frigo Dedo, el Frigo Pie, el Frigurón, el Calippo y, por supuesto, el Twister, todos ellos auténticos referentes para cualquier niño de los 80.

Los años 90 fue un periodo de consolidación en la innovación y también del lanzamiento de otros grandes productos, si bien es cierto que dirigidos más bien a un público adulto, no tan centrado en los niños. Así, fue la época de los Cuore, Frac y, sobre todo, los Magnum, uno de los helados con más éxito de la historia en España.

A día de hoy muchos de los helados que hemos mencionado se mantienen en venta, como el Frigo Pie, el Drácula, el Calippo o los Magnum.

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