Chevignon
Chevignon nació en Francia en 1979 y se enfocó en un público joven y adolescente. Aunque en España nunca fue una marca de masas, sí que tuvo su legión de seguidores, que se hacían distinguir por un estilo que, aunque joven, quería ser algo más aventurero.
Con independencia de los pantalones vaqueros marcadamente anchos, destacaba también por su cazadoras de aviador y de piel, las cuales solían ser bastante caras.
A día de hoy la marca se mantiene, pero ya sólo fabrica cazadoras de piel pero, eso sí, totalmente artesanales.
Lonsdale
Con Lonsdale nos encontramos con una de las marcas “oficiales” del malote de finales de los 90. De origen británico, era una marca de ropa deportiva y de gimnasio, muy enfocada al boxeo. Por algún extraño motivo, sus cazadoras fueron masivamente adoptadas por grupos de extrema derecha en toda Europa y, en España, la solían llevar (por regla general) los típicos malotes fachas del instituto.
Aunque a día de hoy se siguen comercializando múltiples productos Lonsdale, la compañía tuvo que luchar arduamente por que no fuese relacionada con movimientos fascistas.
Lois
Esta marca española disfrutó de una gran popularidad en España y durante mucho tiempo le hizo la competencia directa a Levis y otras similares, llegando incluso a estar dentro de las 5 principales marcas mundiales de ropa vaquera en los años 70.
Con independencia de sus pantalones, se hizo muy famosa por las cazadoras con piel de borrego en el cuello y por unas calidades bastante aceptables. Por desgracia, la empresa propietaria de la marca quebró en 1992, dejándose de fabricar las prendas. Sin embargo, hoy en día una nueva empresa compró la licencia Lois y ha comenzado a lanzar nuevos productos.
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