Me he encantado la noticia que leí hace unos días en ABC, y que contaba cómo Mattel había reaccionado ante las peticiones de sus clientes a raiz de que una madre californiana solicitara a la marca que les hiciera una Barbie calva para que su hija, con tratamiento de quimioterapia para superar un cáncer, pudiera hacerle frente a la enfermedad y a las consecuencias de la quimio con más fuerza.
La reacción de Mattel fue perfecta. Fabricó y envió a la niña una Barbie calva. Hasta aquí un 10 para la marca, pero de pronto, sucede que corre el rumor entre madres con hijas afectadas de cáncer en EE.UU y se crea una página en Facebok para pedirle a Mattel que comercialice la "Barbie Quimioterapia" (el nombre me parece lo peor del mundo). La iniciativa tuvo más de 150.000 "me gusta" en Facebook.
Y este Agosto finalmente ha ocurrido. Mattel está distribuyendo en hospitaes y organizaciones contra el cáncer, este modelo de Barbie calva, para que las niñas con cáncer (y sin pelo) puedan luchar con más fuerza contra el cáncer.
Un 10 para Mattel y su capacidad de escuchar a sus clientes... más aún en un caso tan sensible como este.