Un grupo de personas conformadas por biólogos, veterinarios, criadores de animales, estudiantes, maestros, científicos, ganadores, charros y representantes de animales de combate, marcharon la mañana del pasado jueves para solicitar que incluya la consulta a expertos en el tema para la elaboración de leyes que competan al manejo animal.
La marcha inició desde la Plaza de los Fundadores y continúo por Carranza para terminar en el Congreso del Estado. En este lugar fueron recibidos por el legislador del Partido Verde, Eloy Frankling quien se comprometió a reunirse con una comisión la próxima semana para abrir una mesa de trabajo sobre el tema.
El legislador también se comprometió a escuchar las inquietudes en cuando a leyes de bienestar animal en el Estado, pues los manifestantes expresaron que actualmente la legislación cuenta con varias inexactitudes que criminalizan el ejercicio veterinario o que no tienen una definición errónea de las cosas. Eloy Frankling insistió en que serán escuchadas las voces y se comprometió a sostener mesas de reunión.
Actualmente existe un debate nacional a causa de una propuesta de Ley de Bienestar Animal, impulsada por el senador Ricardo Monreal y una agrupación que se dice animalista llamada “Animal Heroes”. En dicha propuesta se busca prohibir la tenencia de animales en muchos aspectos y solo permitir el trato de animales domésticos de forma muy limitada.
Este proyecto de ley propone la desaparición de centros de investigación y reserva como los UMAS . Proyectos de investigación animal serían imposibles. Manejo y aprovechamiento de animales que no sean los perros y gatos también estarían prohibidos. Ni siquiera sería posible para los veterinarios realizar prácticas con animales muertos para adquirir un conocimiento suficiente que posteriormente estaría al servicio de animales vivos.
Por esta razón, los inconformes señalan a la propuesta de Ley como carente de todo sustento científico, la cual está basada en sentimentalismos y ausente de aspectos científicos. La misma no solo representa el cierre de fuentes de trabajo o el entorpecimiento de investigaciones científicas, sino que además estarían en peligro reservorios de especies en peligro y proyectos de conservación.
Cabe resaltar que esta manifestación se suma a otras a nivel nacional que buscan alzar la voz y evitar que este tipo de leyes sean establecidas sin consultar a la ciencia.