Para 2 personas: 150 grs de cavatappi (o cualquier otra pasta corta que os guste), 1/2 pimiento rojo; 1/2 pimiento verde; 1/2 pimiento amarillo; 1/2 cebolla morada; 1/2 berenjena; salsa de tomate casera o tomate frito envasado (si lo usamos, necesitaremos unas hojas de albahaca fresca); queso rallado (yo usé Grana Padano); agua; sal gorda; aceite de oliva.
Lo primero que haremos será pelar la berenjena, cortarla en cuadraditos y ponerla en un escurridor con sal gorda. Dejamos que suelte el agua una media hora. Secamos con papel de cocina y reservamos. Ponemos a calentar agua en una cazuela profunda. Cuando rompa a hervir añadimos sal gorda (gracias Claudia de En una Cocina Italiana por este consejo), removemos y añadimos la pasta. Dejamos cocer el tiempo recomendado para este tipo de pasta (unos 11 minutos), removiendo de vez en cuando. Limpiamos bien los pimientos y los troceamos en cuadraditos pequeñitos. Hacemos lo mismo con la cebolla. Añadimos aceite a la sartén y cuando está bien caliente ponemos a pochar la cebolla. Pasados unos dos o tres minutos, añadimos los pimientos. Removemos bien y dejamos cocinar unos tres minutos más. En este momento añadimos la berenjena. Cocinamos de 5 a 7 minutos, añadimos la salsa de tomate al gusto (si es tomate frito añadimos albahaca fresca picada para que le de un toquecito especial), removemos bien y retiramos del fuego. Escurrimos bien la pasta y la añadimos a la sartén con la verdura (ojo, fuera del fuego para que no se nos pase), mezclamos bien y servimos espolvoreando con queso rallado por encima. ¡Ya veréis qué delicia! Y si os animáis a hacer la salsa de tomate saldrá más rico todavía, pero eso es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión!