Marco Polo 2014-
Para hacer una serie sobre Marco Polo, si se quiere hacer bien, hace falta invertir mucho dinero. Y eso ha hecho Netflix. Es hasta ahora su serie con más presupuesto, unos 90 millones de dólares, según lo leído. Al frente, John Fusco, que ha elegido al actor italiano Lorenzo Richelmy para el papel protagonista, y rodado en Italia, Kazajistán y Malasia para llevarnos al siglo XIII, y seguir al veneciano desde su ciudad natal hasta las tierras del Imperio Mongol y del sur de China. Impresionante.
La historia de Marco Polo ha estado siempre a debate. De hecho, que conociera y sirviera a Kublai Khan no es algo que esté realmente claro. Es cierto que así se narra en el segundo libro de Los Viajes de Marco Polo, dictado por él mismo, pero ni siquiera los historiadores se ponen de acuerdo sobre si realmente el veneciano estuvo en China, si conoció al Khan o si todo fue una creación de su imaginación.
Os resumo el comienzo. La serie arranca en Venecia, de donde es el protagonista. A la ciudad llega el padre de Marco Polo, al que el prota no ha visto desde que era niño. En pocos minutos tenemos al hijo camino de la Ruta de la Seda, acompañando al padre en busca de nuevas oportunidades de negocio. Este viaje será el que le lleve a la corte del Khan de Khanes, Kublai, que tiene puesto el ojo en las tierras chinas, porque él quiere ser Emperador de Mongolia, de la China y, si le dejan, del mundo entero. El Latino, como le llamarán allí, tendrá tiempo de dejarse querer y de hacerse odiar. Pero no cuento más, que es mejor disfrutarlo uno mismo, a golpe de capítulo (y de espada).
En fin, que me la zampé casi maratonianamente, cosa impropia de mí, así es que ya os podéis imaginar que se ha convertido en una de mis favoritas del 2014. Aquí os dejo el tráiler como adelanto. Que aproveche.